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sábado, 23 de diciembre de 2023

El Nacimiento andino del Perú en Barcelona


Muestras de Vitrina

Vitrina conmemorativa de los ochocientos años del pesebre en Cataluña

Del 20 de diciembre del 2023 al 31 de marzo de 2024

Museu Etnològic i de Cultures del Món de Barcelona (Sede Montjuïc)


Exposición de figuras del nacimiento andino procedentes de Ayacucho, Cusco y Ancash. También se exponen retablos con temática del nacimiento. Destacan las obras de Paulino Vera Sulca, Joaquín López Antay, Bermúdez (padre), Julio Urbano Rojas, Gerónimo Olaza, Hilario Mendívil y Georgina Dueñas.

Mayor información en:





lunes, 3 de diciembre de 2012

Hilario Mendívil (*)




Fotografías (de arriba-abajo): Alfonsina Barrionuevo.
1. Escultura. Pasta y tela encolada policromada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Cusco.
2. Músicos. Pasta y tela encolada policromada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Cusco.
3. Ángel. Pasta y tela encolada policromada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Cusco.


Por Alfonsina Barrionuevo

De haber vivido por estas últimas décadas Hilario y Georgina se hubieran reído si alguien los hubiera nominado “tesoros humanos”. En el Perú tenemos tantos tesoros que hasta el título de “Palmas” de cualquier clase es sólo sentimental. El Dr. Pedro Weiss, ilustre especialista de enfermedades tropicales decía que ningún premio sirve si no trae “su chanchito.” Hilario y Georgina hubieran pensado lo mismo. Tendría que ser una buena pensión para que “el tesoro humano” trabaje sin apremios económicos.

Los veo alegres, con una sonrisa iluminando su rostro, un poco subidos de peso, pero vale la pena el placer de comer unos tamales, un lechón, un rocoto relleno emponchado. Una sonrisa gloriosa viendo sus obras en el Instituto Riva Agüero que ha reemplazado a la Peña Pancho Fierro. Ya no han tenido que ir a dormir su primera noche en el Parque Universitario de Lima, arropados con su amor, pero medio congelados porque teniendo las llaves de la peña el pundonor de Hilario no les permitió ponerse bajo techo sin habérselo dicho a la señorita Alicia Bustamante.

“Pero, Hilario,” le dijo ella apenada al día siguiente “ese parque es tan grande y tan frío”. “Su corazón es tan bondadoso que nos sentimos calientitos. Nos olvidamos de pedirle permiso para acampar en la peña. Hoy será, téngalo por seguro.”

Me hubiera gustado ir tocando las obras de mis amigos y compadres -ellos confirmaron a mi hija Kukuli en el Sagrario de la Catedral- aunque Lucho Repetto, el organizador de la bellísima muestra me hubiera mirado de reojo. No toqué nada. Lucho no sabe que mi “mano astral”, esa del alma, estaba acariciando con cariño el rostro de sus vírgenes con sus aristocráticos cuellos largos y sus preciosas polleras, sus ángeles, sus santos, los bueyes casi humanizados, los angelitos.

“Qué te parece Hilario, tú que querías mostrar a la gente de pueblo terminaste creando unas santas señoras que parecen reinas, marquesas y condesas; y unos Reyes Magos que lo son con sus larguísimos mantos, sus altos turbantes y sus bíblicos regalos.”

“¡Ay, comadre, hubiera sido su respuesta, nuestras paisanas, sobre todo cuando son jóvenes, se ven hermosas luciendo esas joyas que llevan las Vírgenes del Hábeas, los chupetes, los candados de perlas, las caravanas de diamantes, y dígame no más si no jalan miradas de aquí y de allá. Yo las veo muy elegantes!”.

Cuánto me hubiera gustado hablar alguna noche de anécdotas de Hilario y Georgina Mendívil, por quienes, como también por Edilberto Mérida, Antonio Olave y Santiago Rojas, subía al barrio de San Blas. A veces no faltaba un cuyecito al horno que me alcanzaban felices de compartir su “extra” personal. Una comida que venía más o menos a las dos de la tarde, después de dos horas del almuerzo. Como quién dice la “yapa” con una buena papa.

“¿Qué tiempos aquellos, no Hilario?”. “Lindos porque Ud. nos quería y nosotros, todos, le devolvíamos sus afanes con un abrazo que nacía del corazón.”

Estoy viendo la muestra y les estoy diciendo a Hilario y a Georgina que he vuelto al Barrio de San Blas. Ya no es el Instituto Riva Agüero, tan lleno de cultura capitalina. Es el barrio con la iglesia de la Virgen del Buen Suceso y del púlpito famoso. Ellos me ven y nuestras miradas se cruzan. “Hilario, la madrugada azul que te fuiste tocaste tres veces en la puerta de mi habitación y me asustaste.” “Ud. no despertaba y yo quería despedirme y lo logré. ¿Espero que volvamos a vernos?” “Sin duda. Yo quiero estar con mis amigos, aquí o allá. ¿Sabes cuán lindo es que el amor que te tiene Georgina, fiel más allá de la muerte, siga haciendo nido en el hueco de tus manos?”

Hilario se fue primero y gracias a ella, los vecinos de San Blas siguieron alternando por un tiempo con sus personajes angelicales. Posta que han tomado Agripina y Juana. Ellas mantienen la casa igual que antes. El pasadizo que introduce al visitante. El brocal de agua que mandó poner. El pequeño corredor de los altos pintado con flores. El pasaje al segundo patio por donde solía aparecer con su grueso mandil manchado de yeso y pintura. El cabello lacio cayendo sobre su frente y una sonrisa cordial que hacía sentirse bienvenido al que llegaba.

Sus pinceles hechos como acostumbraba, con los cabellos de Georgina, tan finos.

“No dejes de trabajar, la incentivó. No me asusta la muerte, pero que no digan que Mendívil se acabó. Sigan tú y las chicas mi arte.”

Ya no está él, tampoco Georgina. Quedan ellas repitiendo las santas huídas o los reyes que tienen un mercado asegurado dentro y fuera del país. Jamás lo dijo pero sus ojos debieron recrearse a menudo en las imágenes de los templos, estudiando sus particularidades para arrancarlas de su misticismo y hacer una hibridación con gracia de lo celeste y lo terreno. Es decir, con su realidad, porque en el fondo sus vírgenes son matronas del mercado con sus blusas bordadas, con fustanes de encaje, y sus ángeles inspirados en las creaciones de la Escuela Cusqueña de Pintura, una versión popular de los mozos o k’aperos, músicos con alas.

Georgina Dueñas, su esposa y después continuadora tuvo también ascendencia artística. Su madre, Liberata Quispe Aparicio, era alfarera de Raqchi y hacía además juguetes de madera. Su abuela, doña Brígida Salón de Paez, fabricaba velas de colores. De ellas heredó la habilidad manual y al casarse se incorporó al “cielo” privado que había construido Hilario con muchos sueños y mucho trabajo, y aprendió a vivir con los seres maravillosos que lo poblaban.”

Nunca se verá en el Perú una pareja de artistas más hermosa y compenetrada. Georgina era la sombra azul de su sonrisa, el duplicado de su voz, la mitad de su alma. Había crecido a su lado. Fue su primera y única discípula, el barro que moldeó entre sus manos, casi a su semejanza. Sin él, tras veintisiete años de compartir el quehacer artístico, quedó ella con toda su capacidad en el escenario de la creación. Quienes quieran comparar sus obras encontrarán variaciones, pero al cabo se parecerán mucho porque podía poner en cada una la pasión y el fervor que heredó de Hilario, así como el colorido singular y una belleza innegable dentro de una concepción primitiva y candorosa. Por eso mismo es necesario aprender a distinguir la extensión de un arte que continúan sus hijas, con un sello que se les parece pero con sus propios matices en una tercera generación.


(*) Publicado originalmente el 27 de mayo de 2008.


Fuente:



domingo, 18 de noviembre de 2012

Colección Doris Gibson del Museo de Artes y Tradiciones Populares del Instituto Riva-Agüero de la PUCP









Fotografías (de arriba-abajo): Archivo Museo de Arte y Tradiciones Populares del Instituto Riva Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
1. Ángel con cirio. Pasta modelada y tela encolada policromadas. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Cusco.
2 y 3 Virgen y el Niño. Pasta modelada y tela encolada, policromadas. Familia Mendívil. Cusco.
4. Procesión del Corpus Christi. Pasta modelada y madera, policromadas. Taller  Mendívil. Cusco.
5. Procesión del Corpus Christi: San Sebastián. Pasta modelada y madera, policromadas. Taller  Mendívil. Cusco.
6. Procesión del Corpus Christi: Santiago matamoros. Pasta modelada y madera, policromadas. Taller  Mendívil. Cusco.
7. Iglesia de techo. Cerámica modelada y engobada. Quinua, Ayacucho.
8. Retablo del anda de Jesús Nazareno (patrón de Huamanga). Madera y pasta policromada. Ayacucho.


La colección Doris Gibson está integrada por piezas de imaginería cusqueña elaboradas por Hilario Mendívil y Santiago Rojas; cerámica de Quinua recolectadas con una sensibilidad única. Destaca en esta colección el Corpus de las mil piezas y las vírgenes de Mendívil de una gran belleza y originalidad.

Fuente:


jueves, 19 de julio de 2012

Los Reyes Magos
















Fotografías (de arriba – abajo):
1. Los Reyes Magos. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Pasta, tela encolada y madera tallada. Década 1960. Barrio de San Blas, Cusco. Colección Museo Nacional de la Cultura Peruana- Ministerio de Cultura del Perú.
2. Los Reyes Magos. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Pasta, tela encolada y madera tallada. Década 1960. Barrio de San Blas, Cusco. Colección Museo Nacional de la Cultura Peruana- Ministerio de Cultura del Perú. Fotografía: Arturo Gómez Alarcón. 2011. Fuente: http://www.fotosdemuseos.com/2011/03/museo-de-la-cultura-peruana.html
3. Rey Mago Gaspar. Pasta, tela encolada y madera tallada. 32 cm. alto. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX.Barrio de San Blas, Cusco. Fuente: http://ml1368.pe.ofertopia.com/a/Antig-Artesania-De-Gaspar-Rey-Mago-Cuzco-H-Mendivil-53hku.html
4. Detalle Rey Mago Gaspar. Pasta, tela encolada y madera tallada. 32 cm. alto. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX.Barrio de San Blas, Cusco. Fuente: http://ml1368.pe.ofertopia.com/a/Antig-Artesania-De-Gaspar-Rey-Mago-Cuzco-H-Mendivil-53hku.html
5. Detalle Rey Mago Gaspar. Pasta, tela encolada y madera tallada. 32 cm. alto. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fuente: http://ml1368.pe.ofertopia.com/a/Antig-Artesania-De-Gaspar-Rey-Mago-Cuzco-H-Mendivil-53hku.html
6. Los Reyes Magos de la exposición de Nacimientos en el Palacio de Gobierno. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Colección del Museo de la Nación. Fotografía: Roger Andrés Sangama Weill. Diciembre, 2011. Fuente: http://mutantesin.blogspot.com.es/2011/12/nacimientos-de-diversas-regiones-se.html
7. Los Reyes Magos y el nacimiento. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fotografía: Eingesandt und Anne-Marie Günter. 2007. Fuente: http://www.jungfrauzeitung.ch/artikel/81857/
8. Los Reyes Magos y el nacimiento. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fotografía: S. & W. Roth. Kunstgewerbe/ Arts décoratifs. Fuente: http://unbelievabletoys.ch/en/christmas-cribs.html
9. Detalle los Reyes Magos. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fotografía: S. & W. Roth. Kunstgewerbe/ Arts décoratifs. Fuente: http://unbelievabletoys.ch/en/christmas-cribs.html
10. Detalle de Nacimiento. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fotografía: S. & W. Roth. Kunstgewerbe/ Arts décoratifs. Fuente: http://unbelievabletoys.ch/en/christmas-cribs.html
11. Los Reyes Magos y el nacimiento. Pasta, tela encolada y madera tallada. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Colección Museo de Arte Popular del Instituto Americano de Arte de Cusco. Fotografía: Charlie Quispe & CO. Fuente: http://www.charliequispe.org/Museos/ArtePopular01.jpg
12. Los Reyes Magos. Pasta, tela encolada y madera tallada. Familia Mendívil. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fuente: http://members.virtualtourist.com/m/p/m/1911b7/
13. Los Reyes Magos. Pasta, tela encolada y madera tallada. Georgina Dueñas. 1985. Barrio de San Blas, Cusco. Colección Museo de Arte Popular del Instituto Americano de Arte de Cusco. Fotografía: François Rambaud. Fuente: http://unanauperou.blogspot.com.es/2009/12/hilario-mendivil-artisan-peruvien.html
14. Reyes Magos en una tienda. Pasta, tela encolada y madera tallada. Familia Mendívil. Segunda mitad del siglo XX. Barrio de San Blas, Cusco. Fotografía: Inigomena. 2006. Fuente: http://foro.belenismo.net/forums/thread-view.asp?tid=3994&posts=4
15. Los Reyes Magos de la exposición Homenaje a Hilario Mendívil: 30 años de ausencia, organizada por el Instituto Nacional de Cultura y el Museo de Artes y Tradiciones Populares (2008). Fotografía: María Panta Falcón. Fuente: http://www.flickr.com/photos/tuturum/2255502015/sizes/o/in/set-72157603883118017/


Por Sirley Ríos Acuña

En el evangelio de San Mateo se cuenta la historia de los Reyes Magos quienes orientados por una estrella llegaron a Belén para adorar al recién nacido Jesús y entregarle regalos como oro, incienso y mirra. Los nombres de los magos se han tomado de los evangelios apócrifos y son: Melchor, Baltasar y Gaspar.

Melchor es representado montando un caballo y portando el oro que alude a la pureza, Gaspar va sobre un camello y lleva el incienso que significa la alabanza a Dios, y Baltasar sobre un elefante es portador de la mirra que simboliza al hombre que detiene la corrupción. Iconográficamente expresan las tres razas humanas admitidas en la antigüedad, así como a los continentes de Europa, Asia y África.

El 6 de enero se celebra en todo el Perú la Bajada de Reyes consistente en el desmontaje del Nacimiento.

(*) Pieza del mes del Museo Nacional de la Cultura Peruana (MNCP): enero, 2001.
(**) Publicado originalmente en la página web del MNCP en noviembre de 2001.


martes, 17 de julio de 2012

San Isidro labrador









Fotografías (de arriba – abajo):
1. San Isidro labrador. Hilario Mendívil y Georgina Dueñas. Pasta, tela encolada y madera tallada. Década 1960. Barrio de San Blas, Cusco. Fuente: http://articulo.mercadolibre.com.pe/MPE-400821350--san-isidro-labrador-mendivil--_JM?redirectedFromParent=MPE400449408
3. Patrón San Isidro labrador de Carumas (provincia de Mariscal Nieto, región de Moquegua), rodeado de productos agrícolas andinos que serán compartidos con sus feligreses, invitados y pobladores. Fotografía Humberto Matos Jiménez. 15 de julio, 2006. Fuente: http://www.peruan-ita.org/personaggi/moquegua/sanfelipe.htm
4.  San Isidro labrador de Moche (Trujillo, región La Libertad). Fuente: http://blogs.deperu.com/turismo-en-peru/2011/03/
5. San Isidro labrador de Chivay (Arequipa). Fotografía: Jenandtony.
6. San Isidro labrador de Calca (Cusco). Fuente: http://www.nflc.org/REACH/7ca/spCAHeritage.htm
7. San Isidro labrador de Andamarca (Lucanas, región de Ayacucho) en procesión durante la Fiesta del agua o Yacu raymi. Fuente: http://www.pirwahostelsperu.com/blog/archives/tag/scissor-dancing
8. San Isidro labrador de Chinchaypujio (Anta, región de Cusco). Fuente: http://www.munichinchaypujio.org/fiesta-de-san-isidro-2012/


Por Sirley Ríos Acuña


Nació en Madrid en 1082 y murió en 1170. Fue beatificado por Paulo V en 1619 y canonizado por Benedicto XIII durante el reinado de Felipe IV.

Desde joven se dedicó a la oración y a las tareas de labranza. Algunas personas para las que trabajó vieron “milagros” relacionados a su actividad agrícola: sus bueyes arando solos o al santo arando en compañía de ángeles.

Este santo es considerado patrón de Madrid y en el Perú de los agricultores y yerbateros.

El mundo cristiano celebra su fiesta el 15 de mayo, fecha en la cual en algunos pueblos del interior del país sacan en procesión la venerada imagen acompañada de yuntas bendecidas y ornamentadas con flores y frutos.         

Se le representa descansando mientras los ángeles aran la tierra, o a veces junto a una yunta de bueyes arando. Estos temas aparecen frecuentemente en el arte colonial del Perú, en las pinturas campesinas del siglo XIX y está aún vigente en la imaginería popular contemporánea del Cusco, concretamente en la obra de Hilario Mendívil y Georgina Dueñas.


(*) Pieza del mes del Museo Nacional de la Cultura Peruana (MNCP): mayo 2001.
(**) Publicado originalmente en la página web del MNCP en noviembre de 2001.