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sábado, 29 de agosto de 2020

Los sombreros de Cajamarca

Sombrerería, Cajamarca. Foto: Mylene D’Auriol. Fuente: https://www.tierra-inca.com/album/photos/view.php?aut=97&id=2253

Elaboración de sombreros. Bambamarca, Cajamarca. 2016. Foto: El Comercio. Fuente: https://elcomercio.pe/vamos/peru/cajamarca-conoce-bambamarca-ciudad-balcones-393570-noticia/?foto=5


Pobladores con sombreros. Bambamarca, Cajamarca. 2016. Foto: El Comercio. Fuente: https://elcomercio.pe/vamos/peru/cajamarca-conoce-bambamarca-ciudad-balcones-393570-noticia/?foto=3


Sombreros y mantas multicolores. La Encañada, Cajamarca. Agosto, 2019. Foto: Javier Abanto. Fuente: https://www.picuki.com/media/2142854325538622993

Artesanas con sombreros. San Miguel de Pallaques, Cajamarca. Fuente: https://www.muni-sanmiguel.gob.pe/ciudad/turismo-y-artesania

Sombrero de Cajamarca. Fuente: http://celendintours-gregoryjunior.blogspot.com/2007/03/celendintierra-de-sombreros.html


Entrevista a artesano y comerciante de sombreros: Ángeles Huamán Guevara “El floreao”. Cajamarca. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=YLb4xN8OFuI

Confección de sombreros de Celendín. Cajamarca. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nLxgXLXHM_g


Por Sirley Ríos Acuña


El libro Trenzando sombras. Los sombreros en la tradición cajamarquina (1990) proporciona testimonios de campesinos cajamarquinos de distintas provincias, quienes dan a conocer la importancia de los sombreros en la vida cotidiana. El sombrero forma parte de la vestimenta tradicional, es una herramienta, es protector y, sobre todo, es importante porque llevar sombrero es honra y significa ser campesino. Se explica el proceso del trenzado o tejido del sombrero presentando para ello un diccionario de los términos empleados. Cada campesino comenta cómo aprendió a tejer, qué calidades de la paja usada en los sombreros existen, cuáles son las dimensiones de las hormas de madera, cómo empezar a tejer, cómo hacer el arreglo, el acabado y la comercialización. Además, se mencionan creencias, costumbres, relatos, modas y usos de los sombreros.

BIBLIOTECA CAMPESINA

    Trenzando sombras. Los sombreros en la tradición cajamarquina/ Biblioteca Campesina.- Cajamarca, PE. Proyecto Enciclopedia Campesina. Serie: Nosotros los cajamarquinos. T. 7. 1990.

    186 p. ils b/n, Cartilla de Rescate (escribir otros aportes sobre sombreros), Glosario, Relación de informantes y coordinadores


<CAJAMARCA> <FOLCLORE> <TRADICIÓN ORAL> <ARTESANÍA> <ARTESANÍA CAJAMARQUINA> <COMERCIALIZACIÓN ARTESANAL> <TEJEDURÍA> <TEJEDURÍA DE SOMBREROS> <VESTIMENTA TRADICIONAL> <VESTIMENTA CAJAMARQUINA> <TEXTILERÍA> <TECNOLOGÍA TEXTIL> <SIMBOLOGÍA DE LOS SOMBREROS> <COSTUMBRES CAJAMARQUINAS> <CREENCIAS CAJAMARQUINAS> <HISTORIAS CAMPESINAS> <HISTORIAS CAMPESINAS CAJAMARQUINAS> <RELATOS CAJAMARQUINOS> <CAMPESINOS CAJAMARQUINOS>

Países primarios: PE (Perú)

PE: Cajamarca

Impresión: Impreso

Idioma: Castellano

Biblioteca: S.H.R.A. – UNMSM

 


miércoles, 1 de julio de 2015

jueves, 4 de octubre de 2012

lunes, 24 de septiembre de 2012

Los carnavales peruanos (*)























Fotografías (de arriba-abajo):
1. Portada de la revista Ñawinpukio, Nº 3.
2. Comparsa de carnavaleros rumbo a la plaza del barrio Huarancayo (Jauja). 2009. Fuente: http://blog.pucp.edu.pe/blog/sergionunez/tag/Carnaval%20Jaujino/page/3
3. Mayordomos del gran sachacuchuy o yunza de Huanta (Ayacucho) realizado en Lima en el Club Social Huanta. 2009. Fuente: http://armoniahuanta.blogspot.com.es/2009/03/club-social-huanta-celebro-fin-de.html
4. Comparsa “Sentimiento Ayacuchano” en los carnavales de Huanta. 2009. Fuente: http://armoniahuanta.blogspot.com.es/2009/03/club-social-huanta-celebro-fin-de.html
5. El inicio de los carnavales de Jauja con la fiesta de Compadres y Comadres en el distrito de Paca. Fotografía: Municipalidad Provincial de Jauja. 2012. Fuente: http://www.rpp.com.pe/2012-02-11-carnaval-de-jauja-reflejo-de-la-alegria-de-los-pobladores-en-junin-noticia_450081.html
6. Jaujinos cargando el árbol del corta monte para llevarlo a la ciudad de Jauja. Fotografía: Ricardo Rodríguez Zegarra. 2009. Fuente:
7. Plantando el árbol de la humisha en Moyobamba (San Martín). Fotografía: Rafael Benzaquen. Fuente: http://www.panoramio.com/photo/14444019
9. Yunza de Pacopampa (Cajamarca). Fuente: http://www.pacopampa.com/turismo/costumbres/
10. Yunza en el barrio San Blas de Cusco. Fotografía: Herbert Edgardo Huamaní Jara y Walter Coraza Morveli. Fuente: http://www.cuzcoeats.com/2012/02/day-comadres-cuzco/
11. Humisha o árbol con regalos que se tumba en los carnavales de la Amazonía. Fotografía: Víctor Aviles. Fuente: http://www.guiarte.com/fotos-usuarios/19573.html
12. Umisha de Loreto. Fotografía: Álvaro del Campo. Fuente: http://bloghabitat.wordpress.com/
13. Umisha de la palmera Huasaí en Rioja (Loreto). Fuente: http://starperudestinos.com/2012/02/16/carnavales-en-la-selva/
14. Parejas bailando junto a los árboles del corta monte  jaujino. Fuente: http://blog.pucp.edu.pe/blog/sergionunez/tag/Carnaval%20Jaujino
15. Pareja bailando durante el corta monte jaujino. Fuente: http://luisdavilacardenas.wordpress.com/2011/08/06/dualidad-xauxa/
16. Parejas bailando alrededor del árbol del sachacuchuy de Huanta. 2009. Fuente: http://armoniahuanta.blogspot.com.es/2009/03/club-social-huanta-celebro-fin-de.html
17. Yunza o carga monte de Apurímac. Fuente: http://visitandoapurimac.blogspot.com.es/2006/11/las-yunsas.html
18. Cortando el árbol del sachacuchuy de Huanta. 2009. Fuente: http://armoniahuanta.blogspot.com.es/2009/03/club-social-huanta-celebro-fin-de.html
20. Velorio del Ño Carnavalón en Cajamarca: Fuente: http://caxamarcapictures.blogspot.com.es/2011/03/velorio-del-no-carnavalon_09.html
21. Multitud despidió los “restos” del Ño Carnavalón en Cajamarca que serán incinerados. Fuente: http://www.terra.com.pe/buenas-noticias/noticias/acc575/cajamarca-despidio-no-carnavalon-entre-bailes-globos-serpentinas-multicolores.html
22. Es tradicional ver en las puertas y los postes de energía eléctrica muñecos colgados que representan a personajes populares o a los vecinos de un barrio. Cusco. Fotografía: RPP/ Adelayda Letona. Fuente: http://www.rpp.com.pe/2012-02-18-munecos-t-impu-agua-y-jolgorio-en-los-carnavales-del-cusco-foto_452637_3.html#foto


Por Sirley Ríos Acuña

           
La fiesta de los carnavales en el Perú es producto de un sincretismo entre las costumbres populares europeas y las creencias mágico-religiosas andinas de propiciación, al igual que en otros países con características similares de mestizaje.

No tiene fecha de inicio porque es una fiesta movible, que se desarrolla entre febrero y marzo.
           
Como festividad popular que es, genera una serie de manifestaciones peculiares en cada región sean del ámbito rural y urbano. En el campo los hombres están más relacionados a su entorno natural, mientras que en la ciudad no lo es tanto. De ahí que en algunas zonas los carnavales coinciden con los festejos a las cruces (de toda índole), a las cosechas y a los ganados.
           
Su carácter profano y sagrado a  la vez, forma parte de una dualidad constante en la sociedad andina y latente en otros pueblos del mundo. Esto lo observamos en distintos pasajes del desarrollo festivo: conformación de comparsas o pandillas femeninas, masculinas y mixtas (grupos jóvenes generalmente), organización de bandos, según los pueblos, los barrios, las divisiones socio-económicas (pobres y ricos) y la procedencia geográfica (campo y ciudad), produciéndose entre ellos batallas o guerras lúdicas.
           
Es el momento en el que las leyes o el orden se invierten. Por eso los hombres se disfrazan de mujeres y viceversa, los jóvenes hacen de viejos, los niños se comportan como  adultos, etc.
           
Se presentan juegos de todo tipo. Inclusive éstos tienen su antecedente en el pujllay prehispánico, manifestada en diferentes ocasiones del ciclo festivo andino. Los carnavaleros se echan pica-pica, talco perfumado o harinas diversas, se adornan con serpentinas, se mojan con agua, se embadurnan la cara con cochinillas, hollín, achiote, anilinas, betún y otras pinturas, se lanzan frutas (tunas), etc. Así jugando y bailando, se forman parejas de jóvenes que posteriormente pueden formalizar su relación amorosa. Después de nueve meses los muchachos juegan a tener una wawa (de pan o bizcocho) recordando lo que pasó en los tiempos carnavalescos.
           
Los pueblos, sobre todo urbanos, concuerdan en realizar la víspera, los preparativos para la presentación del Ño Carnavalón, Señor Carnavalón o Rey Momo, la elección de sus reinas que leerán los manifiestos de carnaval, graciosos y pícaros, la competencia de comparsas por las calles y la plaza principal, cada cual con sus músicos y cantores. En el día central se plantan los montes, árboles de la abundancia, “vestidos” (adornados) con serpentinas, globos, regalos (juguetes, recipientes domésticos, ropas, caramelos, bocadillos), frutas (naranjas, duraznos, tunas, pacaes, membrillos), verduras  o tubérculos (zanahorias, maices, papas), panes (wawas, huanacos, palomas, roscas), licores (chicha de jora o molle, cañazo, cerveza) en pequeñas galoneras y hasta carnes (de chancho, gallina y vacuno en épocas anteriores). Las parejas formando una ronda alrededor del árbol bailan portando una hacha o machete con el que golpean el tronco hasta tumbarlo. Quienes lo hacen caer serán los encargados de plantar el siguiente año un árbol similar o más recargado, porque de ello dependerá su prestigio en la comunidad. A esta ceremonia llaman corta monte, tumba monte, sachacuchuy, huachihualito, unshas, palo cilulo, yunza, humisha, umisha, etc. Generalmente el árbol de ocasión es el capulí, molle o eucalipto.
           
Es común en muchas provincias finalizar el carnaval con el entierro simbólico de éste, representado por el Ño Carnavalón o algún personaje vestido como un mendigo, a quien se arroja al rio o al abismo más cercano, se le entierra en el cementerio o se le lleva lejos del pueblo para despedirlo hasta el próximo año. Antes de este hecho leía un testamento gracioso.
           
Son características las fiestas de carnaval en la ciudad de Cajamarca, que tienen más influencia extranjera (de los venecianos), con sus reinas sobre carros alegóricos, seguidos de personajes  con todo tipo de disfraces (tenemos los famosos arlequines o dominós y viejos gitanos) que forman parte de las “patrullas” que recorren las calles al son del  carnaval cajamarquino, contrapunto de músicos que entonan coplas amorosas, pícaras, burlescas, políticas,  entre otros.
           
En la sierra central (Junín) son típicas las orquestas mestizas y los concursos de waylarsh carnaval. Antiguamente era frecuente organizar los corta montes con los jala patos (arrancar la cabeza del animal).
           
Ayacucho  presenta un desfile de comparsas urbanas y rurales que bailan al ritmo de la tinya y cantos agudos de las mujeres; asimismo se forman grupos de “Compadres y Comadres”, quienes se encargan de bautizar a sus wawas  de pan o bizcocho; se organizan sendas competencias de valor y resistencia entre jóvenes, que se golpean con la huaraca en las piernas, contrapunto que se llama también  seqollo.  Semejante a la festividad ayacuchana es la que se celebra en el sur andino como Apurímac, donde los carnavales son tan multitudinarios, con conjuntos musicales que compiten   cantando canciones llenos de picardía y burla.
           
Hacia la amazonia encontramos en Juanjuí (Mariscal Cáceres – San Martín) a las pandillas que danzan alrededor de la umisha (árbol adornado) hasta tumbarlo y después de ello acostumbraban a enterrar gallos vivos para arrancarles la cabeza de un garrotazo, todo esto en un contexto de competencia.
           
Hay que advertir que cada año los juegos de carnaval en la ciudad limeña tal como se realizaba en antaño van perdiendo su encanto y pomposidad para convertirse en agresiones físicas por parte de los jóvenes y niños. Pero son los provincianos quienes al trasladarse a Lima traen consigo sus costumbres, creencias y fiestas. Es así que los carnavales provincianos se difunden en la capital a través de las llamadas instituciones (club o asociación de migrantes de un mismo origen geográfico), establecidas formal e informalmente, hoy en todos los conos, que organizan sus concursos de carnaval a través de la presentación de comparsas de distintos centros poblados que pertenecen a una provincia determinada y que realizan otras  actividades festivas a veces de forma más tradicional y por lo general incorporando nuevos elementos propios de su actual contexto (cultura chicha).  Es frecuente ver los corta montes no sólo en los locales institucionales (propios o alquilados), sino en las calles y lozas deportivas de los barrios populares, pues muchas familias los organizan junto a polladas, parrilladas  y anticuchadas con el fin de obtener fondos económicos, aprovechando la gran acogida que tienen en la población migrante.  
           
Describir cada uno de los carnavales de la costa, sierra y selva y su presencia en Lima nos demandaría escribir muchas páginas. En esta oportunidad nuestro objetivo es brindar algunos alcances generales que lo representan y al mismo contribuir a la promoción de Festivales de Carnavales Tradicionales en los conos, tal como algunas instituciones lo están realizando (FEDIPA u otras asociaciones provincianas).   
                                                     

Bibliohemerografía

Anónimo. “Carnaval andino en Lima”. El Peruano, Lima, 27 de febrero de 2000, p. 8.

Campo Linares, Ricardo. “Los carnavales en Juanjui”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima.

Flores Camarena, Raúl. “El carnaval en Marco”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima, 6 (1973), p. 17.

Gamboa Quintana, Mauricio. “El carnaval en Poma”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima.

Iriarte Brenner, Francisco. “Los carnavales en Huaraz”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima.

Jiménez Borja, Arturo y Silva Meinel, Javier. Perú: Fiestas y costumbres. Lima: Unión de cervecerías peruanas Backus y  Johston S. A., 1997.

Lexus. Gran Enciclopedia del Perú. Barcelona: Lexus, 1998.

Monge Romero, Antonio. “Los carnavales en Jauja”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima, 11 (1974), p. 19-23.

Orbegoso Rodríguez, Efraín. “Un manifiesto de carnaval”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima.

Terrazos, Máximo. “Un manifiesto de carnaval en Jauja”. Boletín del Taller de Folklore, Universidad Nacional Federico Villareal, Lima, 11 (1974).


(*) Publicado originalmente en Ñawinpukio, revista cultural, Lima, 3 (diciembre 2000), p. 15-18.



jueves, 6 de septiembre de 2012

Alforjas del Perú








Fotografías (de arriba-abajo):
1. Alforja. Tejido con hilo industrial. 97 x 42,5 cm. Década 1940. Región Lambayeque. Colección Museo Nacional de la Cultura Peruana.
2. Alforja almudera. Tejido con lana de ovino hilado a mano, teñido con nogal. 103 x 47 cm. Década 1970. Región Cajamarca. Colección Museo Nacional de la Cultura Peruana.
3. Alforja. Tejido con algodón teñido. 127 x 41 cm. Década 1950. Región Ancash. Colección Museo Nacional de la Cultura Peruana.
4. Alforja pava aliblanca. Tejido con hilo industrial. Monsefú, región Lambayeque. Fuente: http://ameblo.jp/tondero/image-10042995276-10028223509.html
5. Campesina con alforja de Chota. Región Cajamarca. Archivo Marcela Olivas Weston.
6. Campesino con alforja de San Miguel. Región Cajamarca. Fotografía: César Vásquez. 5 enero, 2003. Fuente: http://picasaweb.google.com/lh/photo/jjIxN6fPR4cQXw00M2Rocw
7. Campesino con alforja de San Miguel. Región Cajamarca. Fotografía: Víctor Hugo Alvítez Moncada. Fuente: http://sanmiguelcajamarca.blogspot.com.es/2010/04/poesia-sanmiguelina-elmer-rodas-cubas.html

ALFORJAS DEL PERÚ
Exposición en la vitrina cultural de la Universidad del Pacífico
Junio, 2009


Por Marcela Olivas Weston

La alforja es una especie de bolsa que usan los campesinos en las regiones costeñas y serranas norteñas: Piura, Lambayeque, Cajamarca, La Libertad y Ancash, y también en el sur del Ecuador. Es una sola pieza tejida, con dos grandes bolsillos dispuestos en los extremos, separados por una banda que se coloca al hombro; cada bolsillo cae, uno al pecho y otro a las espaldas del portador, permitiendo el juego de equilibrio con la carga transportada. Los campesinos la usan cuando van a los mercados para llevar sus compras, para transportar sus cosechas del campo o para llevar su fiambre.

En cada zona la alforja tiene características diferentes. Hay alforjas para hombres y mujeres y también para la carga de los animales. Hay otras que se llevan en el brazo. Las alforjas tienen origen hispano y posiblemente árabe (al khurj); fueron traídas por los conquistadores españoles. En la actualidad, las normas de composición estética de todo el conjunto de la alforja tejida en el norte del Perú se rigen por valores estructurales andinos.

Fabricar alforjas es un trabajo específicamente femenino, como casi toda la producción de tecnología tradicional textil. Requiere de especialistas que son identificadas en el pueblo como las “maestras” en este arte, e inician su aprendizaje textil a partir de los 6 años más o menos. Cuando les piden hacer una alforja, algunas colocan su nombre, como un signo de distinción. Aprender a tejer significa, no solamente manejar los procesos técnicos del hilado, urdido y tejido, sino que implica dominar principios abstractos para la composición del color, la estructura formal y el diseño. Cuando estos son compartidos por tejedores de la misma región, a partir de pautas confirmadas por la costumbre y por la disponibilidad de recursos materiales y técnicos, se definen los estilos locales.

Las alforjas son expresiones artísticas de un sistema de comunicación textil. Los elementos gráficos y distintivos de la pieza son símbolos, expresados en motivos variados; su yuxtaposición responde a determinadas reglas estéticas. Portar una alforja, como sucede con la vestimenta campesina, es una marca de pertenencia y de identidad local; así sucede también con otros productos textiles como frazadas, ponchos, chales y fajas.

La elaboración de las alforjas es un complejo proceso que va desde la selección de la materia prima, la preparación del tejido, la selección de los hilos destinados a formar el motivo, hasta la ejecución del tejido propiamente dicho, con la habilidad en el manejo de los telares de cintura o kallua, y la decoración con los adornos finales. La destreza manual de la tejedora imprime el sello definitivo a la alforja.

Hay varias calidades de alforjas: la alforja corriente y la alforja más fina. En la región de Ancash aún se tejen alforjas gruesas de lana de carnero con diseños geométricos. En Mórrope, región  Lambayeque, se está recuperando el uso del algodón nativo para tejer sus alforjas.

En la región de la Libertad, en el distrito de Moche y en Piura, en la provincia serrana de Huancabamba y en Catacaos, las mujeres tejen alforjas que suelen decorarse con diseños polícromos y breves textos, generalmente cuartetos, con temas alusivos a los usuarios.

En Lambayeque - refiere el especialista Roberto Villegas - las alforjas se confeccionan en Villa Eten, Sta. Rosa, San José y Monsefú; las elaboradas allí son muy reconocidas, se las denomina alforjas labradas y se decoran con motivos de pavos reales, escudos, maceteros, ángeles, aves, peces y personajes, bordados con guardillas de plantas y figuras geométricas. Las alforjas contienen también expresiones de los sentimientos de sus pobladores; sus cuartetas populares plasmadas en la parte superior e inferior del ícono central de cada ¨tapa¨ de la alforja, tienen mensajes amorosos o de amistad, según sea el caso, creados o escogidos por sus tejedoras:

Esta alforja que te mando /sabe Dios lo que me cuesta / mis ojos quedan llorando/esperando tu respuesta”.

Águila que vas volando/ en tu pico llevas flores/ en tu pecho azucenas/ y en tu corazón mis amores”.

En la palma de mi mano/ te quisiera retratar/y así tenerte en mis brazos/ y nunca poderte olvidar”.

Augusto León Barandiarán, historiador lambayecano escribe: “En Monsefú todo es alforjas. Se come, se duerme, se baila, se vive y se muere sobre alforjas… ésta es la meca de las alforjas”.

En Cajamarca, las alforjas de Chota tienen una gran reputación. Las alforjas grandes, denominadas almuderas, son las que se usan en el campo; están decoradas sólo con líneas verticales blancas y azules, en cada uno de sus bolsillos pueden llevar un almud, es decir unas 36 libras (el almud es una medida de capacidad utilizada en el medio rural de Cajamarca, de origen hispano). Estas alforjas tienen una trenza bordada a los lados y en los cuatro ángulos van unos pompones de lana de color azul y blanco.

La alforja mediana, producida en grandes cantidades, es más pequeña. Sus decoraciones consisten en franjas con motivos geométricos, con efectos muy variados. El diseño se presenta en tres espacios separados por rayas horizontales. En ellos se mezclan motivos fitomorfos o zoomorfos y también suelen representar al escudo nacional. De acuerdo al motivo se da el nombre a la pieza; pueden ser alforjas de pavos y alforjas de escudo. En la parte superior bordan frases, versos, dedicatorias como por ejemplo: Ya no hallaras cariño como el mío. Solo pienso en ti, de acuerdo con la creatividad de la artesana.

Las más bellas alforjas chotanas son las tejidas “en fondo blanco”, pues la variedad de los motivos usados puede apreciarse mejor, permitiendo un contraste entre el fondo blanco y los motivos de colores. El espacio es profusamente decorado y la disposición de los diseños de escudos y pavos se repite, junto a leones, caballos, y frases estereotipadas. Las tejen por pedido especial, para su uso personal, de sus familiares, o para hacer un regalo, variando los motivos. Las alforjas que aparecen en los mercados regionales y aquellas “en fondo blanco” muestran diferencias notables en todos los aspectos.

La muestra presentada en la Universidad del Pacífico, es de alforjas creadas desde mediados del siglo pasado, elaboradas a mano por artesanas de zonas rurales, con herramientas tradicionales y recursos como el algodón, con técnicas que hasta la fecha se encuentran vigentes. Proceden de las colecciones del Museo Nacional de la Cultura Peruana.

- Alforja de algodón, decoración flores y ramas. Monsefú, Lambayeque.
- Alforja de algodón, decoración geométrica. Monsefú, Lambayeque.
- Alforja de algodón, diseño flores. Monsefú, Lambayeque.
- Alforja de algodón, fondo blanco. Monsefú, Lambayeque.
- Alforja de algodón, listas azules. Monsefú, Lambayeque.
- Alforja de algodón, listas ocres. Cajamarca.
- Muñeco, porta alforja. Catacaos, Piura.
- Alforja de algodón, diseños rombos azules. Ancash.
- Alforja de algodón, diseño de pavos. Chota, Cajamarca.
- Alforja almudera. Chota, Cajamarca.
- Alforja. Sinsicap, Otuzco, La Libertad.

Lima, junio 2009

(*) Extracto del folleto de exposición.

martes, 28 de agosto de 2012

Exposición Celebración de oficios y tradiciones: arte popular del norte peruano







Fotografías (de arriba-abajo):
1. Afiche de la exposición Celebración de oficios y tradiciones: arte popular del norte peruano (28 de agosto-7 de octubre, 2012). Archivo ICPNA. 2012.
2. Banderola de la exposición. Archivo ICPNA. 2012.
3. Mate decorado, arcángel Gabriel de Cajamarca de mediados del siglo XIX (colección Vivian y Jaime Liébana) y Rafael. Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/cultura/oficios-y-tradiciones_118683.html
4. Limosnero. Plata. Segunda mitad del siglo XVIII. Colección Vivian y Jaime Liébana. Fuente: http://www.limagris.com/?p=8879
5. Exvoto. Plata. Motupe, región Lambayeque. Colección Vivian y Jaime Liébana. Archivo ICPNA. 2012.


Inauguración: martes 28 de agosto; 7 p.m.
Galería Germán Krüger Espantoso

El Instituto Cultural Peruano Norteamericano en convenio con la Universidad Ricardo Palma presenta la novena exposición del proyecto de arte popular. Esta notable exhibición, curada por la investigadora Marcela Olivas, Directora del Museo Nacional de Chavín, pretende reunir una muestra representativa de la producción artística de los territorios del norte del Perú: Amazonas, Cajamarca, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes, manifiestas en objetos de uso utilitario, ritual y festivo.

Cabe destacar que el objetivo de la presente edición de arte popular es mostrar, a través de hermosas piezas, la continuidad de los oficios de esta zona del país,  como el del talabartero, el herrero, el platero, el tejedor, el alfarero, entre otros. “En la actualidad, las tradiciones artesanales del norte se insertan dentro de un bagaje cultural heredado de padres e hijos en el seno familiar y en talleres especializados” anota Marcela Olivas en su texto de curadora.

Lo que se verá en la Galería principal del ICPNA está conformado por: objetos utilitarios como textiles (mantas, polleras, ponchos), alforjas (rescatándolas como expresiones artísticas de un sistema de comunicación textil), paños de leche, etc. Mención especial tendrá el uso del algodón nativo del país cuya tecnología se remonta desde hace 4000 años. Se incluyen también máscaras, objetos utilitarios en plata y cuero y otros en piedra; mención especial merecen los mates, cuya diversidad de formas, responden a una función específica, rescatándose sus nombres en muchik.

Y todo ello distribuido en diez secciones: “Devoción popular” (cruces, retablos, lápidas, urnas y otros objetos de culto doméstico), “Platería” (piezas de culto popular como los ‘Milagros’ y trabajos en filigrana pertenecientes al Patronato Plata del Perú), “Caballo de paso” (accesorios como la brida, monturas, tapaojos, fustes y espuelas), “Fibra vegetal” (sombreros de paja, caballito de totora, canastas y chuspas), “Lana” (pellones, mantas, chal, frazadas, ponchos, bolsas y tapetes), “Algodón” (paño de leche, alforjas, fajas y ponchos), “Mobiliario doméstico” (bancos awuajún, sillas, baúles, paneras, chocolateras, juguetes, bastones, peines, entre otros), “Barro del norte - Cerámica” (jarras, botellas, cántaros, platos, candelabros), “Fiestas y tradiciones” (máscaras, trajes e instrumentos musicales) y “Mates” (cantimploras, potos, lapas).

La inauguración se llevará a cabo el martes 28 de agosto a las 7:00 p.m. en la Galería Germán Krüger Espantoso (Av. Angamos Oeste 120) y estará abierta hasta el  7 de octubre. El horario de visita es de martes a domingo de 11:00 a. m. a 8:00 p. m. Además, en el transcurso de la muestra la curadora realizará dos visitas guiadas. El ingreso es libre.

Sobre la curadora
Marcela Olivas Weston, es actual Directora del Museo Nacional de Chavín, docente universitaria, consultora y curadora de exposiciones de artesanía. Es Licenciada en Ciencias Sociales con especialización en Arqueología de la UNMSM. Ha participado en excavaciones en distintos sitios arqueológicos del Perú. Ha dirigido el Instituto Regional de Cultura de Cajamarca y de Antares, Artes y Letras.  Es autora de Marcahuasi, montaña sagrada (CONCYTEC, 1988); De huacas y gentiles, Peregrinaciones en el Perú; Arte Popular de Cajamarca (2003); Dulces y licores de Cajamarca (2004); Fiestas Populares de Cajamarca y CAJAMARCA El sabor del mestizaje (USMP, 2009). http://www.youtube.com/watch?v=Bk86_cOdHcI

Iniciativa por el arte popular peruano
En los últimos años, el Instituto Cultural Peruano Norteamericano y la Universidad Ricardo Palma han unido esfuerzos para realizar grandes exposiciones y la edición de publicaciones en torno al arte popular peruano cuyo objetivo es investigar y difundir los valores artísticos e históricos de las creaciones en el interior del país. De esta manera, se han dedicado valiosas muestras en torno a expresiones artísticas como los mates burilados, la platería tradicional, la cerámica vidriada y el retablo ayacuchano.

Sin embargo, a partir de la edición 2010, la propuesta ha sido orientada a su revalorización de acuerdo a zonas geográficas. Es así que esta nueva etapa, reunió en el 2011 las piezas más representativas del arte popular del departamento de Ayacucho, el 2012 estuvo dedicada a una zona del ande peruano rica en tradiciones y manifestaciones culturales como es la Sierra Central. Ahora el centro de interés del arte popular gira en torno a los oficios y tradiciones de la zona norte del país.


Fuente: Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA)