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viernes, 8 de marzo de 2024

Deidad o espíritu del maíz en la cosmovisión andina/ Maize Deity or Spirit in the Andean Worldview

 


Por Sirley Ríos Acuña

"In the Peruvian Andes, maize (‘Sara’ in Quechua) is the main food of humans and sacred beings. For this reason, farmers need to obtain an abundant maize harvest with the help of the deities. Through rituals, communication is established with the life-giving forces of nature for the continuity of human and non-human life.

One concrete example at the Museu Etnològic i de Cultures del Món de Barcelona is a whistling bottle from the Chimú culture (1000–1476 CE), which represents the maize deity or spirit and a hybrid being (feline-serpent-bird) known as a ‘lunar animal’."

En: Modest, Wayne and Augustat, Claudia (eds.). Spaces of Care - Confronting Colonial Afterlives in European Ethnographic Museums. Bielefeld: transcript Verlag, 2023.
 

Leer el texto completo en:

lunes, 14 de septiembre de 2020

Festividad de la Virgen de Asunción de Cangallo

 

  Virgen de la Asunción. Fuente:  
https://www.facebook.com/Mayordomo2016
 
 
Virgen la “Soltera”. Fuente:  
https://www.facebook.com/Mayordomo2016

 

Fiesta de la Virgen de Asunción. Fuente:  


Por Sirley Ríos Acuña


En el artículo de Nicanor Hinostroza “La fe y la tradición. Una revelación del pueblo de Cangallo” se reseña la festividad de la Virgen de Asunción, patrona del pueblo de Cangallo, Ayacucho. Menciona los preparativos previos, tal es el caso del abiw, es decir, el cargoyuq y su comitiva recolectan regalos en medio del toque de los waqrapukus. Otros actos realizados previamente al día central es el trono watay que consiste en armar las andas de la virgen; el aqakuy o preparación de la chicha de jora; el encierro o persecución de los toros a los asistentes que se encuentran en la Plaza; y la víspera, día en el que se hace la chamiza y cada cargoyuq con su comitiva y músicos recorren las calles del pueblo. El día central se realiza la procesión de las vírgenes Asunción y la Cotahuasina. Por otro lado, en el día de los solteros la Virgen Asunción sale en procesión acompañada de otra virgen llamada la “Soltera”, continúan los mismos cargoyuq y se incluye a un joven que lleva como banda un lazo enroscado.


HINOSTROZA ESQUIVEL, Nicanor.

    “La fe y la tradición. Una revelación del pueblo de Cangallo”. Los Morochucos, año I, Nº 1, pp. 35-38. Ayacucho, PE. Febrero-marzo 1993.

    Fotos b/n

<AYACUCHO> <CANGALLO> <TRADICIÓN> <TRADICIÓN AYACUCHANA> <FESTIVIDAD> <FESTIVIDAD RELIGIOSA> <COSTUMBRES> <FOLCLORE AYACUCHANO>


Países primarios: PE (Perú)

PE: Ayacucho (Cangallo)

Impresión: Impreso

Idioma: Castellano

Biblioteca: S.H.R.A. - UNMSM



 

Cultura popular peruana. Hemerografía 1




Por Sirley Ríos Acuña
 
Presenta el contenido de las revistas Minka, Literaturas andinas y Santiago de Chuco y su feria, ubicadas en la biblioteca del IFEA de Lima (Perú) y recopiladas el año 1997. En algunos artículos y notas referentes a la cultura popular se realiza una breve reseña.
 
Leer en el siguiente enlace:
 



sábado, 29 de agosto de 2020

Los sombreros de Cajamarca

Sombrerería, Cajamarca. Foto: Mylene D’Auriol. Fuente: https://www.tierra-inca.com/album/photos/view.php?aut=97&id=2253

Elaboración de sombreros. Bambamarca, Cajamarca. 2016. Foto: El Comercio. Fuente: https://elcomercio.pe/vamos/peru/cajamarca-conoce-bambamarca-ciudad-balcones-393570-noticia/?foto=5


Pobladores con sombreros. Bambamarca, Cajamarca. 2016. Foto: El Comercio. Fuente: https://elcomercio.pe/vamos/peru/cajamarca-conoce-bambamarca-ciudad-balcones-393570-noticia/?foto=3


Sombreros y mantas multicolores. La Encañada, Cajamarca. Agosto, 2019. Foto: Javier Abanto. Fuente: https://www.picuki.com/media/2142854325538622993

Artesanas con sombreros. San Miguel de Pallaques, Cajamarca. Fuente: https://www.muni-sanmiguel.gob.pe/ciudad/turismo-y-artesania

Sombrero de Cajamarca. Fuente: http://celendintours-gregoryjunior.blogspot.com/2007/03/celendintierra-de-sombreros.html


Entrevista a artesano y comerciante de sombreros: Ángeles Huamán Guevara “El floreao”. Cajamarca. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=YLb4xN8OFuI

Confección de sombreros de Celendín. Cajamarca. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nLxgXLXHM_g


Por Sirley Ríos Acuña


El libro Trenzando sombras. Los sombreros en la tradición cajamarquina (1990) proporciona testimonios de campesinos cajamarquinos de distintas provincias, quienes dan a conocer la importancia de los sombreros en la vida cotidiana. El sombrero forma parte de la vestimenta tradicional, es una herramienta, es protector y, sobre todo, es importante porque llevar sombrero es honra y significa ser campesino. Se explica el proceso del trenzado o tejido del sombrero presentando para ello un diccionario de los términos empleados. Cada campesino comenta cómo aprendió a tejer, qué calidades de la paja usada en los sombreros existen, cuáles son las dimensiones de las hormas de madera, cómo empezar a tejer, cómo hacer el arreglo, el acabado y la comercialización. Además, se mencionan creencias, costumbres, relatos, modas y usos de los sombreros.

BIBLIOTECA CAMPESINA

    Trenzando sombras. Los sombreros en la tradición cajamarquina/ Biblioteca Campesina.- Cajamarca, PE. Proyecto Enciclopedia Campesina. Serie: Nosotros los cajamarquinos. T. 7. 1990.

    186 p. ils b/n, Cartilla de Rescate (escribir otros aportes sobre sombreros), Glosario, Relación de informantes y coordinadores


<CAJAMARCA> <FOLCLORE> <TRADICIÓN ORAL> <ARTESANÍA> <ARTESANÍA CAJAMARQUINA> <COMERCIALIZACIÓN ARTESANAL> <TEJEDURÍA> <TEJEDURÍA DE SOMBREROS> <VESTIMENTA TRADICIONAL> <VESTIMENTA CAJAMARQUINA> <TEXTILERÍA> <TECNOLOGÍA TEXTIL> <SIMBOLOGÍA DE LOS SOMBREROS> <COSTUMBRES CAJAMARQUINAS> <CREENCIAS CAJAMARQUINAS> <HISTORIAS CAMPESINAS> <HISTORIAS CAMPESINAS CAJAMARQUINAS> <RELATOS CAJAMARQUINOS> <CAMPESINOS CAJAMARQUINOS>

Países primarios: PE (Perú)

PE: Cajamarca

Impresión: Impreso

Idioma: Castellano

Biblioteca: S.H.R.A. – UNMSM

 


miércoles, 26 de agosto de 2020

Instrumentos musicales de Cajamarca



Antara o Andara de 12 tubos. Cajamarca, Perú. Foto: César Aguilar. Fuente: https://www.facebook.com/institutotaki/


Por Sirley Ríos Acuña 


El libro ¡Música maestro! Instrumentos musicales en la tradición cajamarquina se registran los testimonios de los campesinos cajamarquinos de diferentes provincias acercas de sus instrumentos musicales y, por tanto, de su música como una expresión colectiva indesligable de la vida cotidiana y del ciclo vital, de fiestas y ceremonias populares, de creencias y literatura oral. Cada uno de los instrumentos (la hoja, la cucula, la trompeta antigua, la andara, la caja y flauta, el redoblante, el bombo, el fuete, el güiro o rascarasca, etc.) son descritos y se explica la forma en que están hechos, quiénes tocan, cómo se tocan, en qué fiestas y danzas son empleados generalmente y qué creencias existen sobre ellos. Además, el libro presenta cuentos, historias, leyendas y canciones relacionados a los instrumentos. 

¡Música maestro! Instrumentos musicales en la tradición cajamarquina/ Biblioteca Campesina.- Cajamarca, PE. Proyecto Enciclopedia Campesina. Serie: Nosotros los cajamarquinos, T. 5. 1989. 

        202 p. ils. b/n, Cartilla de Rescate, Glosario, Relación de trabajo

<MÚSICA> <MÚSICA CAJAMARQUINA> <MÚSICA TRADICIONAL CAJAMARQUINA> <INSTRUMENTOS MUSICALES> <INSTRUMENTOS MUSICALES TRADICIONALES> <MÚSICOS CAJAMARQUINOS> <FIESTAS CAJAMARQUINAS> <DANZAS CAJAMARQUINAS> <CREENCIAS> <CUENTOS> <HISTORIAS> <LEYENDAS> <CANCIONES CAJAMARQUINAS> <TRADICIÓN ORAL> <TRADICIÓN ORAL CAJAMARQUINA> <ORALIDAD> <CAJAMARCA> <FOLCLORE CAJAMARQUINO> 

Países primarios: PE (Perú)

PE: Cajamarca

Impresión: Impreso

Idioma: Castellano

Biblioteca: S.H.R.A. - UNMSM



jueves, 13 de junio de 2013

El folklore minero de Cerro de Pasco





1, 2 y 3 Cubierta y artículo de la revista Ñawinpukio, Nº 3.




4. Cargador de metales de Cerro de Pasco (Capachero). Fuente: Poesía minera andina. Lima: Compañía de minas Buenaventura S. A., 1984.



Fuente:                                                       

Fashé Raymundo, Mery. “El folklore minero de Cerro de Pasco”. Ñawinpukio, revista cultural, Lima, 3 (diciembre 2000), pp. 31-32.




miércoles, 10 de abril de 2013

Los elementos andinos y católicos en el contexto de las fiestas religiosas populares (extracto)



Por Sirley Ríos Acuña


Resumen

Se aborda a partir de las ideas planteadas por Josef Estermann sobre la relación inter-transcultural entre las religiones, católica e indígena, manifestada en las festividades, los rituales, la oralidad y en general en la mentalidad individual y grupal. Los elementos católicos fueron redefinidos por los indígenas quienes los incorporaron a sus prácticas religiosas ancestrales y al mismo tiempo los elementos andinos se cristianizaron. En esta oportunidad nos vamos a centrar en dos festividades populares de los Andes peruanos, resaltando estos elementos, vinculados al ciclo agrícola, ganadero y humano.

La fiesta de las cruces es una de las más populares puesto que la forma de esta imagen cristiana no fue extraña a los indígenas, quienes lo relacionaron con la constelación de la cruz del sur, que era venerada desde tiempos remotos y estaba relacionada a la época de la cosecha. Otra de las fiestas populares de carácter devocional y patronal es la del patrón Santiago, que se manifiesta bajo dos formas de festejo: en honor a la imagen del apóstol Santiago como patrono de algún poblado o advocación católica no patronal y en honor a los ganados y los pastores. Se presenta de manera detallada la segunda forma de celebración. Lo que confirma que Santiago asumió la función del Tayta Wamani, Tayta Orqo o Apu, señor de los cerros, respecto a la protección e incremento de los ganados e incluso el apóstol fue asociado con Illapa, vinculado al rayo, el relámpago y el trueno. Esta condición convierte a Illapa así mismo en dios del agua y la lluvia, bajo la forma de una serpiente, y por tanto Santiago asume también estas asociaciones.

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1. Portada de la revista Artesanías de América,  Nº 67.


2. Cruz de camino. Madera tallada y policromada. Siglo XX. Canta, sierra de Lima. Archivo de Sirley Ríos Acuña.


3. Cruz de techo. Fierro, alambre y hojalata policromada. Siglo XX. Abancay, Apurímac. Fotografía: Sirley Ríos Acuña.



El actual sistema religioso popular en los Andes es resultado de una conjunción de prácticas culturales provenientes desde la visión indígena y occidental, donde prevalecen, según el contexto, los rituales propiamente andinos o lo cristiano católico.

Los aspectos rituales católicos han sido redefinidos por los indígenas quienes  los han incorporado a sus prácticas religiosas ancestrales y al mismo tiempo los elementos andinos se han cristianizado. Según Josef Estermann no se ha producido sólo una asimilación de una parte sino que se ha dado una relación inter-transcultural entre ambas religiones católica e indígena y por lo tanto no se hablaría de un “sincretismo andino” de resultado por contacto, sino de relación y diálogo, a pesar de la férrea persecución y extirpación de las idolatrías locales. Esto se debe a la propia lógica andina donde rige el principio holista de la inclusión y no de exclusión como sería en el pensamiento occidental  que trata de separar los opuestos  y no de complementarlos. Es por ello que todas las prácticas del hombre andino están guiadas por los principios de inclusividad, complementariedad y relacionalidad, los cuales se expresan más claramente en la religión popular actual. De ahí la presencia de tres niveles del espacio andino que se relacionan: arriba, abajo y centro. El centro es el encuentro o tinkuy o chakana/ puente.  Por eso dentro del aspecto religioso, el saber andino considera lo sagrado y lo profano, el mundo religioso y el mundo secular en constante interrelación y en conjunción, no dicotómicos o separados. En esa lógica de relacionalidad “...se incluyen ‘verdades’ aparentemente inconsistentes y ‘realidades’ supuestamente incompatibles.” (2)



4. Cruz apóstol Santiago patrón de los ganados. Pasta y madera policromada. Siglo XX. Huancavelica. Colección y Archivo Museo Nacional de la Cultura Peruana-Ministerio de Cultura de Perú.


Josef Estermann afirma que los principios de inclusividad, complementariedad y relacionalidad están enraizados en la cosmovisión andina, por tanto en la religión.

El proceso intercultural e interreligioso entre el catolicismo y la religión andina queda claramente evidenciado desde las primeras manifestaciones del arte religioso barroco en los Andes. También en las festividades, los rituales, la oralidad y en general en la mentalidad individual y grupal.

En esta oportunidad nos vamos a centrar en dos festividades populares de los Andes peruanos, resaltando la presencia de elementos andinos y católicos en su configuración, vinculados al ciclo agrícola, ganadero y humano. El calendario ritual en honor a santos, vírgenes, Cristos y cruces es un pretexto para la continuidad del calendario ancestral asociado a los solsticios y equinoccios, a la época seca y húmeda, a la vida y la muerte, a la noche y el dia.


5. Celebración del Santiago en la región de Tayacaja, Huancavelica. Fotografía: Teófilo Hinostroza. 1962. Archivo Sergio Quijada Jara.


6. Celebración del Santiago en el distrito de Pirchaca, Huancavelica. Fotografía y Archivo Sergio Quijada Jara.


Para confirmar nuestra observación  sobre el pensamiento andino y sus implicancias en las prácticas culturales en torno a su relación con la naturaleza, citamos lo dicho por el antropólogo Juan José García Miranda: “En las sociedades con culturas cosmovisionales, como la andina, el cosmos en su conjunto está concebido como un ente con vida y es más con dimensión humana. En consecuencia, todos los componentes del cosmos tienen vida y, por ende, tienen una estructura orgánica y perciben y sienten la influencia de los agentes externos que actúan en el desenvolvimiento del ser. Si el mundo es concebido como un ente que tiene vida, entonces como todo ser vivo está sujeto a procesos reproductivos que se sintetizan en las capacidades de nacimiento y muerte, surgimiento y extinción que definen ciclos de existencia cuyos pasos de una fase a otra o de una condición a otra genera situaciones de espera y angustia en el hombre y en las colectividades organizadas al culminar una fase e iniciar otra.(3)

La mayor parte de los actos propiciatorios en el contexto de las festividades religiosas populares corresponden a la reproducción o fertilidad vegetal, animal y humana, así como a fines de protección y buenos augurios para el futuro.


Citas:
(2) ESTERMANN, 2002 y 2003.
(3) GARCÍA, 2006: 14.


Ver el artículo completo en:

Ríos Acuña, Sirley. “Los elementos andinos y católicos en el contexto de las fiestas religiosas populares.” Artesanías de América, 67 (2008), pp. 179-211.


 



jueves, 14 de marzo de 2013

Fajas, mantas, llicllas y mantillas (*)




Por Josué Sánchez


Tradicionalmente, el Perú se ha distinguido por el alto nivel de desarrollo técnico alcanzado por su textilería artesanal. Desde los renombrados tejidos paracas de épocas prehispánicas hasta la actualidad, los artesanos peruanos han tejido fajas, mantas, “llicllas” y mantillas con gran maestría. Más allá de la técnica y el arte, estos tejidos tienen además otros contenidos culturales de gran valor, como el iconográfico, hoy en investigación. Las fajas se elaboran en telares de cintura, siendo su confección una actividad exclusivamente femenina. Los estudios indican que antiguamente todos los íconos contenidos en las fajas tenían significados lecturables. Actualmente, pese a que se ha perdido parte de la lectura, los temas se han enriquecido con elementos de la vida urbana moderna como barcos, aviones, carros, trenes y otros, que alternan con ornamentos geométricos y elementos naturales de costa, sierra y selva. La lectura iconográfica y el tratamiento del color merecen un estudio aparte. Contienen elementos importantes para la elaboración de una estética plástica andina, en función de las combinaciones de color, que se dan en la urdiembre, y de los diseños, llamados “aclla”, “challpi” o “watr´aco”, que se elaboran en la trama. La manta es, por lo general, de forma cuadrangular, de 1.20 m de lado y está trabajada en franjas multicolores. Estos matizados se realizan en la urdiembre, formando franjas de colores que pueden ir desde apenas tres hiladas hasta tres centímetros de ancho. Por el diseño, la dominancia de un color o el material de confección de la manta se puede reconocer la procedencia geográfica de la usuaria. Así, por ejemplo, amarillo y azul identifican a las jaujinas, y blanco con negro a las de Sapallanga. La manta está relacionada íntimamente a cada acto de la vida campesina. El niño desde que nace es llevado en ella, primero en los brazos de la madre y luego en la espalda. Durante la boda constituye símbolo de procreación. Está presente en el trabajo y en las fiestas. También en la medicina tradicional para la curación del susto y el recalco. Sobre ésta se realizan las ceremonias de pago a los dioses tutelares andinos, a los “apus”, a los “huamanis” y a la “pachamama”. Las “llicllas” son tejidos cuadrados de aproximadamente 1 m de lado, que llevan un ribete de 5 a 10 cm de ancho. Desde antiguo su uso es ceremonial y festivo. Algunas son similares a las mantillas, tienen diseños iconográficos semejantes; otras están bordadas con representaciones figurativas de aves y flores. Últimamente, se ha introducido la costumbre de llevar “llicllas” elaboradas de telas estampadas. Las mantillas reciben el nombre genérico de “pullukata”, pero por el tipo de material se diferencian en “uishkata”, si son de lana de carnero, y “llamakata”, si son de llama. Esta distinción se origina en las funciones rituales que cada una de ellas tiene. La “uishkata” se usa en ciertas ceremonias de tipo mágico religioso, como el pago a los dioses tutelares; y la “llamakata” en la curación de determinadas enfermedades. En los diseños y formas de las mantillas, así como en los colores utilizados, se mantienen vigentes códigos visuales aislados que contienen elementos que podrían servir para establecer parámetros y correlatos de interpretación. Su identificación permitiría determinar las correspondencias entre unidades iconográficas y el discurso contenido en el íntegro de una faja.


(*) Publicado originalmente en el suplemento cultural Solo 4 del diario Correo de Huancayo el 7 de junio de 2012.


Fuente:


miércoles, 13 de marzo de 2013

Un acercamiento al mundo del Human tac tac en los Andes (extracto)



1. Portada de la revista Artesanías de América,  Nº 66.


2. Una bruja/ Huk bruja. Pintura sobre madera. Carmelón Berrocal Evanán. 1997. Sarhua, Ayacucho-Perú. Cuento XVI. Fuente: Berrocal, Carmelón;  Macera, Pablo y Andazábal, Rosaura. Flora y fauna de Sarhua: pintura y palabra (textos en quechuañol). Lima: Universidad nacional mayor de San Marcos. UNMSM - Banco central de reserva del Perú. BCRP - Institut français d'études andines. IFEA - Elf hydrocarbures Pérou. ELF, 1999.


3. La umita. Argentina. Dibujo: CATU (Carmen Ocaranza Zavalía). Fuente: http://www.folkloredelnorte.com.ar/leyendas/umita.htm


4. Cabeza voladora, tue tue o chonchon. Chile. Ilustración: FLAKOSKY (Chile). Fuente: http://elartedeflakosky.blogspot.com.es/2013/01/leyendas-chilenas-el-tue-tue-o-chonchon.html





Por Sirley Ríos Acuña

Resumen

La religiosidad popular andina, responde no sólo a las tradiciones prehispánicas, sino también, a la manera en que éstas se conjugaron y reinterpretaron con la implementación del catolicismo. Muchos de los mitos y leyendas vigentes en el universo andino, provienen de la mentalidad indígena, pero se han mantenido en el tiempo con variantes, entre elementos locales y occidentales. Entre los diversos personajes y seres mitológicos de los Andes, ha llamado la atención de la autora las cabezas voladoras, cuya denominación y características formales varían de una región a otra; tal es el caso del “Human Tac Tac”, de la Sierra Central del Perú, que toma forma de cabeza de mujer y emite un sonido onomatopéyico. Aunque los relatos sobre las cabezas voladoras, presentan una versión fragmentaria sobre la creencia ancestral, Sirley Ríos ha encontrado que conservan rasgos formales, de la que debió ser su estructura normal y elementos significativos; estos elementos, a su vez, constituyen un importante ejemplo de la cosmovisión andina, de la manera que tiene el hombre de los Andes de representar y percibir el mundo.

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En torno al Human Tac Tac

Entre los personajes y seres mitológicos del universo mental andino destacan las cabezas voladoras cuya denominación y características formales varía de una región a otra. Su área de persistencia se encuentra en el ámbito serrano principalmente de sur a norte, y en el costeño en menor medida; incluso se tienen referencias de su existencia en el mundo amazónico con una clara evocación de la presencia andina en esta región.

Esta difusión andina no sólo se da en territorio actual del Perú sino que ha abarcado las zonas de Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina.

Efraín Morote Best es uno de los primeros estudiosos en haber sistematizado el análisis sobre las cabezas voladoras pero que, sin embargo, ya anteriores autores se habían referido de manera general y habían recopilado los relatos sobre este personaje. Este autor se concentra en rastrear las raíces y funciones de las cabezas voladoras señalando su difusión geográfica a nivel de Perú.

Se debe considerar la más antigua alusión a este personaje la mención que hace Guamán Poma de Ayala en su Nueva Crónica cuando señala que no sólo la cabeza vuela sino otras partes del cuerpo se desprenden y caminan, señal o augurio de muerte. Lo cual señala su procedencia indígena y que han llegado hasta nosotros variantes con mezclas de la cultura occidental. En algunas partes del Ande se ha conservado una versión oral más cercana a la del cronista.

El relato sobre las cabezas voladoras está basado en una creencia ancestral, de épocas preincaicas, de acuerdo a nuestro parecer, que se explica sobre la base de cuentos populares e historias locales y anecdóticas. De ahí que dicha creencia producto de un universo mental pan andino se relaciona a una serie de presagios y señales que se encuentra en la misma naturaleza y en los actos o comportamientos de los seres humanos.

Morote Best encontró una variedad de denominaciones que recibe este personaje en las diferentes regiones: “uma-waqya”, “qepqe”, “uma-pali”, “runa-uma”, “aya-uma”, “ayap-uma”, “uman tak tak”, “keke”, “mok-mok”, “uma pureq keke” o “voladora”. Algunos autores hablan de brujas llamadas uma o quequi que se quitan la cabeza los días martes y viernes para deambular por las calles mientras su cuerpo hace chillidos horribles. Este personaje mitológico es una cabeza humana que se desprende del cuerpo y se desplaza por el espacio, si es de mujer va volando y si es de varón da tumbos. (7)

Incluso está asociado a otro personaje que tiene características similares: qarqacha, qarqaria, karkarya, karkar o tatarata, que es el incestuoso que vaga por las noches comiendo excremento humano. En Huaraz la quequi es una mujer que convive con su compadre. Su canto es quequec, quequec, quequec. Un motivo para ser condenado es el incesto, pues es rechazado por Dios y debe purgar sus culpas. Lanzan gritos y lamentos terribles. Toman forma animal. Esconden su rostro que es calavera por eso se le describe como bulto. Sobre los condenados se dice que son seres del otro mundo que “Cuando alguien muere de buena manera, su alma, antes de morir, recorre los lugares donde sufrió o donde fue feliz.” (8) En cambio, los condenados por cometer incesto conviven una temporada con los vivos.

Asimismo, se señala que “El condenado busca llevarse alguien con él, comerse a quienes están salvos. En especial agarrar su alma, forma en que encuentra su salvación, cambia su suerte. Cuando ha sido incestuoso busca llevarse a su pareja. En otros casos busca comer la cabeza o los sesos de su víctima, ya que ahí está la sede del alma.” (9)

Vemos que hay una mezcla de historias sobre la cabeza voladora y los condenados o jarjachas.

Citas:
(7) MOROTE: 1953.
(8) VARIOS: 2002.
(9) Idem.


Ver el artículo completo en:

Ríos Acuña, Sirley. “Un acercamiento al mundo del Human tac tac en los Andes.” Artesanías de América, 66 (junio 2008), pp. 103-124.



martes, 2 de octubre de 2012

Los dulces y panes para los difuntos de Pomabamba


Fotografía:
1. Los pomabambinos preparan panes en diferentes figuras y dulces de higo y durazno para rendir homenaje a sus seres queridos que partieron de este mundo. RPP/ Lizzet Paz.


Por Yanet Reyes, RPP


El Día de los Difuntos se celebra en diferentes países. En esta fecha se ponen de manifiesto diferentes costumbres y formas particulares de recodar a aquellas personas que partieron de este mundo y hoy gozan de la gloria de nuestro Señor.

Las provincias ubicadas en la sierra de la región Áncash como Pomabamba, aún mantienen sus arraigadas tradiciones para conmemorar a quienes pasaron a mejor vida. Estas tienen que ver con la elaboración de sus platos favoritos, panes, dulces, bebidas, entre otros detalles que conocerá en los siguientes párrafos.

La preparación del pan y el dulce de higo y de durazno
En Pomabamba, llamada también “La Ciudad de los Cedros”, la población comienza a prepararse para esta fecha con varios días de anticipación, con la compra de harina de trigo y de maíz, para preparar los panes en diferentes formas como animales, muñecas, flores, entre otros objetos que hayan sido del agrado de los fallecidos.

Los pomabambinos acompañan los panes con dulces de higo y de durazno, los cuales colocan sobre una mesa cubierta con impecable mantel blanco en cada una de sus casas, en la noche del uno de noviembre a la espera de la llegada de sus seres queridos que partieron a la otra vida, quienes, aseguran, se deleitan con estos manjares.

El agua bendita
Ese mismo día en la mañana decenas de personas llevan recipientes con agua mezclado con sal para que sean bendecidos por el párroco durante la celebración eucarística, que se realiza en la iglesia matriz San Juan Bautista, denominada kaway misa o misa de los vivos.

Mientras tanto, el Cementerio General de Pomabamba Huampo Cruz se prepara para recibir a las familias de la misma ciudad y de los alrededores en esta fecha tan especial. Sus exteriores son abarrotados por comerciantes de flores y de comida, quienes ofrecen una variedad de platos típicos, como por ejemplo el picante de cuy infaltable hasta en esas ocasiones, acompañado de la chicha de jora.

El acompañamiento de un cantor
Los deudos rinden homenaje a sus difuntos colocando flores con agua bendita y hay quienes contratan los servicios de un cantor, que acompañado de un violín o sin él entona salmos dedicados al perdón de los pecados.

El profesor de música y artes plásticas del instituto pedagógico de Pomabamba y también cantor de la iglesia matriz, Jorge Álvarez Matos, señala que son 20 cantores quienes trabajan ese día en el camposanto.

“Algunos nos piden una canción pequeña y otros, un especial que dura más tiempo en español y en quechua”, refiere el docente, al mencionar que en ese momento los deudos comienzan a recordar con tristeza a sus seres queridos.

El banquete final en memoria de los muertos
Cuenta que luego de visitar el cementerio, las familias pomabambinas regresan a sus casas a comer los panes, dulces y hasta algunos potajes que prepararon para complacer a sus difuntos.

Quizá los que se fueron, o como dicen pasaron a mejor vida, ya no volverán a probar estos manjares, pero, seguramente, se sienten contentos porque, de alguna manera, permanecerán por siempre en el corazón de sus seres queridos.


Fuente:



lunes, 13 de agosto de 2012

La historia de Pakitsa


Fotografía:
1. Pintura de Moisés Torres. Asháninka del río Tambo. Amazonía peruana. Fuente: http://nilavigil.files.wordpress.com/2009/05/pakitsa.jpg


Por Nila Vigil (lingüista)


Este es un dibujo de Moisés Torres, un asháninka del río Tambo. De él nos dice Maria Heise:

“Como los otros amigos Asháninkas, él me hablaba con frecuencia de todos los malos espíritus que pueblan el monte, del “Katsiborere”, el “Chulla chaki”, el “Casanto” hasta el omnipresente “Tunche”; y me reprochaba por mi imprudencia. Siempre me recomendaba no ir sola, sino acompañada por uno de ellos, que habría podido protegerme en situaciones de peligro. [...] [L]e pedí dibujarme todos estos seres tan misteriosos y tan peligrosos que yo no podía ver. Estos dibujos representan el mundo que Moisés y los Asháninka “ven” y que nosotros, con nuestros ojos, no somos capaces de reconocer.”

Cuando Enrique Casanto, Irma Sánchez y Salomón Diquez vieron los dibujos de Moisés reconocieron en ellos historias y experiencias de su pueblo; el pueblo asháninka.  Aquí, la historia de Pakitsa narrada por Irma Sánchez:

Había una vez una chica que le gustaba criar animales. Un día su papá le trajo de la caza un gavilancito. Su nombre es Pakitsa en asháninka. La chica lo quería mucho y lo alimentaba con pescaditos, trocitos de carne, todo lo que le gustaba a su gavilancito. Así, los dos crecieron juntos. El gavilán se hizo más grande y fuerte, y llevaba a casa animales cada vez más grandes, que él mismo cazaba. Por eso nunca faltaba comida en casa.

Sucedió que el gavilán se había enamorado de la chica y le traía mucha comida para que ella creciera rápido. Una vez traía venado y otra sachavaca.

El gavilán empezó a fabricar un nido muy grande y por eso no regresó a casa de la chica por mucho tiempo. La chica, que también se había enamorado del gavilán, se preocupó mucho por la ausencia de su gavilán.

Pero un día lo vio regresar y se alegró mucho. El gavilán se acercó a ella, pero no le había traído nada. La agarró por la cushma y se alejó volando. Ella gritó, pero nadie pudo ayudarla.

El gavilán la llevó a su nido y desde ese día la hizo su mujer. Para los demás, él era un gavilán; pero para ella era un hombre, era su esposo y comprendía su idioma. El nido de ellos se encontraba arriba, sobre el río Ene.
Pero después, el gavilán ya no cazaba animales sino gente que confiada, bajaba por el río.

El gavilán mató a tantos paisanos que la gente decidió darle muerte. Para ello, la gente construyó un hombre gordo hecho de greda, lo vistieron con una cushma, le colocaron una corona en su cabeza y un remo en la mano. Lo sentaron en una canoa y lo empujaron río abajo.

La mujer del gavilán, que ya estaba acostumbrada a comer gente, vio al hombre gordo que bajaba en la canoa y le gritó a su esposo: “Tráeme a ese gordo que quiero comerlo” Pero las uñas del gavilán se quedaron prendidas en la greda y él no pudo liberarse. Con palos y remos la gente lo mató. Desde arriba, la mujer gritaba: “No lo maten, no lo maten, es mi marido.” Pero nadie le hacía caso.

Las plumas del gavilán empezaron a caer y al tocar el agua se iban convirtiendo en pequeñas canoas. En cada una de ellas, había yines, matsiguengas, shipibos, todos los que viven río abajo, y se empezaron a escuchar distintas lenguas. Es por eso que todos estos paisanos saben hacer bonitas canoas.

La mujer se había quedado viuda y ya no podía seguir comiendo gente. Entonces, regresó a la casa de su madre y convenció a su hermano para que le ayude a matar más gente. Otra vez, los paisanos eran muertos al bajar el río.

Pero un día, bajó al río Avireri, el que puede transformarlo todo. La mujer y el hermano quisieron agarrarlo, pero él los convirtió en dos piedras. Estas dos grandes piedras todavía pueden verse en el Pongo de Pakitsapango. (Heise, Maria y Javier Macera (2002) Pakitsa Pinturas y relatos asháninkas. Tarea Gráfica Educativa, Lima, pp.33-35).

Aquí otra versión de Pakitza, narrada por los compañeros de la Central Asháninka de río Ene:

Cuentan los asháninka que en las alturas del pongo de Pakitza, en la zona más angosta de la cuenca del río Ene, vivía Pakitza que en la lengua española significa “águila”. A esta parte se le llama Pakitzapango que significa “casa del águila”.

Pakitza tenía por esposa a una mujer asháninka y a Pakitza le gustaba comer carne humana. Pakitza, con sus grandes garras, colocaba piedras enormes en el río para hacer un gran muro de piedra y cerrar el paso a los asháninkas que surcaban con sus botes el río Ene. De esta manera los atrapaba y devoraba.

Debido a que Pakitza les hacía mucho daño los asháninkas decidieron matarlo. Entonces construyeron un hombre de arcilla y lo pusieron sobre una balsa para que surque el río Ene. Cuando Pakitza fue a atrapar al hombre sus garras quedaron atrapadas en la arcilla y los asháninkas rodearon y mataron con sus flechas a Pakitza. Quemaron la balsa y las plumas de Pakitza se derramaron surcando por todo el río Ene. Los asháninkas dicen que de estas plumas se han formado todas las demás culturas que conocemos en la Amazonía.

Ahora ¿cuál es la relación de Pakitza con el proyecto de la central hidroeléctrica Pakitzapango? Que precisamente se trata del mismo lugar donde se piensa construir un gran muro de piedra para detener el río.

La misma idea que tenía Pakitza para comerse a los asháninkas.

Es por esto que los asháninkas perciben cualquier obstrucción de su río como una afectación directa a sus comunidades, como si los intentaran matar. Para ellos sería terrible que para hacer la represa se vuelva a construir un gran muro en el mismo lugar donde antes vivía Pakitza.

Nota: la escritura Pakitsa y Pakitza obedece a dos variedades de la escritura asháninka.


(*) Texto publicado originalmente el 27 de mayo de 2009 en: http://nilavigil.wordpress.com/2009/05/27/la-historia-de-pakitsa/