miércoles, 13 de marzo de 2013

Un acercamiento al mundo del Human tac tac en los Andes (extracto)



1. Portada de la revista Artesanías de América,  Nº 66.


2. Una bruja/ Huk bruja. Pintura sobre madera. Carmelón Berrocal Evanán. 1997. Sarhua, Ayacucho-Perú. Cuento XVI. Fuente: Berrocal, Carmelón;  Macera, Pablo y Andazábal, Rosaura. Flora y fauna de Sarhua: pintura y palabra (textos en quechuañol). Lima: Universidad nacional mayor de San Marcos. UNMSM - Banco central de reserva del Perú. BCRP - Institut français d'études andines. IFEA - Elf hydrocarbures Pérou. ELF, 1999.


3. La umita. Argentina. Dibujo: CATU (Carmen Ocaranza Zavalía). Fuente: http://www.folkloredelnorte.com.ar/leyendas/umita.htm


4. Cabeza voladora, tue tue o chonchon. Chile. Ilustración: FLAKOSKY (Chile). Fuente: http://elartedeflakosky.blogspot.com.es/2013/01/leyendas-chilenas-el-tue-tue-o-chonchon.html





Por Sirley Ríos Acuña

Resumen

La religiosidad popular andina, responde no sólo a las tradiciones prehispánicas, sino también, a la manera en que éstas se conjugaron y reinterpretaron con la implementación del catolicismo. Muchos de los mitos y leyendas vigentes en el universo andino, provienen de la mentalidad indígena, pero se han mantenido en el tiempo con variantes, entre elementos locales y occidentales. Entre los diversos personajes y seres mitológicos de los Andes, ha llamado la atención de la autora las cabezas voladoras, cuya denominación y características formales varían de una región a otra; tal es el caso del “Human Tac Tac”, de la Sierra Central del Perú, que toma forma de cabeza de mujer y emite un sonido onomatopéyico. Aunque los relatos sobre las cabezas voladoras, presentan una versión fragmentaria sobre la creencia ancestral, Sirley Ríos ha encontrado que conservan rasgos formales, de la que debió ser su estructura normal y elementos significativos; estos elementos, a su vez, constituyen un importante ejemplo de la cosmovisión andina, de la manera que tiene el hombre de los Andes de representar y percibir el mundo.

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En torno al Human Tac Tac

Entre los personajes y seres mitológicos del universo mental andino destacan las cabezas voladoras cuya denominación y características formales varía de una región a otra. Su área de persistencia se encuentra en el ámbito serrano principalmente de sur a norte, y en el costeño en menor medida; incluso se tienen referencias de su existencia en el mundo amazónico con una clara evocación de la presencia andina en esta región.

Esta difusión andina no sólo se da en territorio actual del Perú sino que ha abarcado las zonas de Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina.

Efraín Morote Best es uno de los primeros estudiosos en haber sistematizado el análisis sobre las cabezas voladoras pero que, sin embargo, ya anteriores autores se habían referido de manera general y habían recopilado los relatos sobre este personaje. Este autor se concentra en rastrear las raíces y funciones de las cabezas voladoras señalando su difusión geográfica a nivel de Perú.

Se debe considerar la más antigua alusión a este personaje la mención que hace Guamán Poma de Ayala en su Nueva Crónica cuando señala que no sólo la cabeza vuela sino otras partes del cuerpo se desprenden y caminan, señal o augurio de muerte. Lo cual señala su procedencia indígena y que han llegado hasta nosotros variantes con mezclas de la cultura occidental. En algunas partes del Ande se ha conservado una versión oral más cercana a la del cronista.

El relato sobre las cabezas voladoras está basado en una creencia ancestral, de épocas preincaicas, de acuerdo a nuestro parecer, que se explica sobre la base de cuentos populares e historias locales y anecdóticas. De ahí que dicha creencia producto de un universo mental pan andino se relaciona a una serie de presagios y señales que se encuentra en la misma naturaleza y en los actos o comportamientos de los seres humanos.

Morote Best encontró una variedad de denominaciones que recibe este personaje en las diferentes regiones: “uma-waqya”, “qepqe”, “uma-pali”, “runa-uma”, “aya-uma”, “ayap-uma”, “uman tak tak”, “keke”, “mok-mok”, “uma pureq keke” o “voladora”. Algunos autores hablan de brujas llamadas uma o quequi que se quitan la cabeza los días martes y viernes para deambular por las calles mientras su cuerpo hace chillidos horribles. Este personaje mitológico es una cabeza humana que se desprende del cuerpo y se desplaza por el espacio, si es de mujer va volando y si es de varón da tumbos. (7)

Incluso está asociado a otro personaje que tiene características similares: qarqacha, qarqaria, karkarya, karkar o tatarata, que es el incestuoso que vaga por las noches comiendo excremento humano. En Huaraz la quequi es una mujer que convive con su compadre. Su canto es quequec, quequec, quequec. Un motivo para ser condenado es el incesto, pues es rechazado por Dios y debe purgar sus culpas. Lanzan gritos y lamentos terribles. Toman forma animal. Esconden su rostro que es calavera por eso se le describe como bulto. Sobre los condenados se dice que son seres del otro mundo que “Cuando alguien muere de buena manera, su alma, antes de morir, recorre los lugares donde sufrió o donde fue feliz.” (8) En cambio, los condenados por cometer incesto conviven una temporada con los vivos.

Asimismo, se señala que “El condenado busca llevarse alguien con él, comerse a quienes están salvos. En especial agarrar su alma, forma en que encuentra su salvación, cambia su suerte. Cuando ha sido incestuoso busca llevarse a su pareja. En otros casos busca comer la cabeza o los sesos de su víctima, ya que ahí está la sede del alma.” (9)

Vemos que hay una mezcla de historias sobre la cabeza voladora y los condenados o jarjachas.

Citas:
(7) MOROTE: 1953.
(8) VARIOS: 2002.
(9) Idem.


Ver el artículo completo en:

Ríos Acuña, Sirley. “Un acercamiento al mundo del Human tac tac en los Andes.” Artesanías de América, 66 (junio 2008), pp. 103-124.



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