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viernes, 30 de noviembre de 2012

Libro El poder libre Asháninca: Juan Santos Atahualpa y su hijo Josecito (2009)





Fotografías (de arriba-abajo):
1. Portada del libro editado por la Universidad San Martín de Porres. Fuente: http://pablomacera.blogspot.com.es/2009/08/el-poder-libre-ashaninca.html
2.  Josecito, un auténtico “Dios de la paz”, portando en sus manos dos báculos,
uno de madera chonta y otra de madera palmiche, símbolos de la resistencia y la paz respectivamente, recorrió muchos valles llevando su mensaje de concordia. Pintura sobre papel. Enrique Casanto. Fuente:
3. Juan Santos Atahualpa, hijo de Cosai (José) Santoshi (Santos) Shencari (Shingari) y de doña María Atahualpa Coya nieta del padre Sol y descendiente de los últimos incas. Pintura sobre papel. Enrique Casanto. Fuente:
4. Shevancaro (Cucaracha) fue un guerrero muy malo que carcomía a los heridos en los pies, para que no caminaran y carcomía en las manos para que no pudieran agarrar las flechas. Este guerrero era adivino y se convertía en cucaracha, para despistar. Pintura sobre papel. Enrique Casanto. Fuente: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlKy3ZXSuT1M5Apzfz55_L6c5DcP16ZYnp7rVJSlET-Si5DZ8bnzmuqIdz4V3AxxRWkVO4wmmD8s4FUxo87_fxL2H3TfI7VfZPcoaO_ps-QZc27I_FDIGuWgf1uHpyoI-oyDb2yfn2JiL6/s1600-h/58.+SHEVANCARO.jpg



Pablo Macera y Enrique Casanto nos introducen en la memoria histórica y el universo simbólico del pueblo asháninca, presentando relatos inéditos sobre la rebelión de Juan Santos Atahualpa (1742-1752), que continuó su hijo Josecito, personaje legendario desconocido en la historiografía oficial, pero recordado hasta hoy por los asháninca como Niño Josecito. Este libro permite comprender por qué Juan Santos Atahualpa eligió la Selva Central para iniciar su movimiento, cuáles fueron las causas de la empatía entre su mensaje mesiánico y la cosmovisión de los pueblos amazónicos, y las estrategias políticas empleadas para unificarlos frente al enemigo hispano. Asimismo ofrece un primer registro de los símbolos faciales y huellas que se emplean en la vida cotidiana y ritual asháninca. Un aporte invalorable para conocer profundamente la cultura peruana.


Fuente:



Libro La cocina mágica Asháninca (2011)




Fotografías (de arriba-abajo):
1. Portada del libro editado por la Universidad San Martín de Porres. Fuente: http://www.elblogdelfondo.com/2011/11/la-cocina-magica-ashanica-de-pablo.html


La cocina mágica asháninca, de Pablo Macera y Enrique Casanto, presenta la riqueza incomparable de los hábitos de cocina de esa comunidad peruana. Realidad y leyenda que se junta y nos estremece con ilustraciones que muestran el imaginario de la zona de una manera magistral. Un libro fundamental para antropólogos, etnohistoriadores, investigadores de la gastronomía y público interesado en el legado cultural de comunidades étnicas muchas veces ignoradas.

Una aproximación a un espacio, una historia y una realidad habitualmente ignorados. Un aporte para entender mejor a los ashánincas y su riqueza cultural a partir de sus hábitos de cocina. La cocina (sus utensilios, sus productos; su forma de preparación y de consumo), constituye una forma de lucha cultural, una línea de resistencia frente a la presión de la modernidad.

La comida es un factor de solidaridad: “es el único artículo, aparte de la vivienda, que no se comercializa, sino que se distribuye y entrega libremente a los visitantes”. La alimentación está también vinculada a creencias religiosas. El libro considera por separado diversas actividades vinculadas al proceso alimentario: agricultura, pesca, recolección de insectos alimenticios, frutos y cacería.

Muy importantes son las narraciones que asocian cada producto alimenticio con tradiciones y leyendas rescatadas por el autor asháninca Enrique Casanto y que gracias a esta publicación, no sólo se difunden ampliamente, sino que se asegura que no se pierda como legado cultural de la nación.


Fuente:


Libro Del cielo y la tierra, la colección de arte popular peruano de Vivian y Jaime Liébana (2011)


Fotografía: Archivo Universidad San Martín de Porres.
1. Portada del libro.


Del cielo y la tierra, la colección de arte popular peruano de Vivian y Jaime Liébana, de Alex Bryce, Billy Hare, Luis E. Freire y Ramón Mujica, muestra una riquísima colección de objetos de arte popular que provienen de todas las regiones de nuestro país.

Esta publicación recoge una extensa muestra de arte popular que proviene del la costa, la sierra y la selva del Perú, y que abarca una vasta cronología que va desde el siglo XVI hasta el presente. En la mayoría de los casos, se trata de “piezas únicas” asociadas a usos y costumbres desaparecidos o en extinción.

La colección incluye imaginería en piedra de Huamanga, keros virreinales y republicanos, máscaras antiguas utilizadas en danzas populares, coronas de bailarines andinos, bastones de alcalde (varayocs), pinturas rurales cusqueñas en yeso (Santos Juanes y Santiago protectores del ganado), retablos ayacuchanos, tablas narrativas de Sarhua, toros de Pucará, etc.

Tiene, además, retratos populares, cuernos tallados y burilados, esculturas de ángeles y santos de diversa data y material, frontis de altar pintados en cuero, floreros “coloniales”, cruces andinas de camino, muebles cusqueños con ornamentos manieristas, rarísimos huacos vidriados del llamado periodo transición inca (siglo XVI).

Los usuarios originales de las piezas fueron la nobleza indígena, mestiza o criolla regional. y los pastores y campesinos de la sierra central o surandina quechua hablante y aimara.

Primera edición 2011
Formato: 24 cm. x 26 cm.
Páginas: 200


Fuente: