Fotografías (de arriba-abajo):
1, 2 y 3 Portada, índice y primera página del artículo de la revista Ñawinpukio, Nº 4.
4. Fiesta del Señor de la Ascención de Cachuy. Asociación Provincial de Yauyos (Lima). 2011. Fuente: http://apylima.blogspot.com.es/2011/06/homenaje-al-senor-de-la-ascencion-de.html
5. Músicos tradicionales en la Fiesta patronal de la Virgen de Cocharcas de San Diego de Ishua (Ayacucho). 2011. Fuente: http://ishuanos.blogspot.com.es/2011/09/fiesta-patronal-mamacha-cocharcas-2011.html
6. Programa de la Fiesta patronal de la Virgen de Cocharcas de San Diego de Ishua (Ayacucho). 2011. Fuente: http://ishuanos.blogspot.com.es/2011/09/fiesta-patronal-mamacha-cocharcas-2011.html
7. Fiesta patronal en honor a la Mamacha Asunta (Virgen de la Asunción) del Centro Poblado Chacralla (Ayacucho) realizado en el distrito limeño Villa María del Triunfo. 2012. Fuente: http://chimaycha-chacralla.blogspot.com.es/2012/08/fiesta-patronal-virgen-asuncion-2012-ii.html
8. Mayordomos de la Fiesta patronal en honor a la Mamacha Asunta (Virgen de la Asunción) del Centro Poblado Chacralla (Ayacucho). 2012. Fuente: http://chimaycha-chacralla.blogspot.com.es/2012/08/fiesta-patronal-virgen-asuncion-2012-ii.html
9. Virgen de Fátima de Chacralla (Ayacucho), festividad realizada en Lima en el mes de mayo. 2012. Fuente: http://chimaycha-chacralla.blogspot.com.es/2012/05/fiesta-virgen-de-fatima-en-local-ccecca.html
10. Propaganda de campeonato de fútbol. Asociación Provincial de Cotabambas (Apurímac). 2012. Fuente: http://www.facebook.com/Apcotabambas
11. Equipo de fútbol Club Juventud Chacralla participante del campeonato deportivo organizado por la Asociación Santa Cruz de Orccosa. 2012. Fuente: http://chimaycha-chacralla.blogspot.com.es/2012/09/fecha-campeonato-deportivo-de-futbol.html
12. Propaganda de la fiesta de carnavales. Club Provincial La Mar (Ayacucho). 2008. Fuente: http://sanmiguelperu.blogspot.com.es/
13. Concurso de carnavales Chimaycha organizado por la Asociación Cultural Chimaycha (ACCHI) de migrantes de Aucará (Lucanas, región Ayacucho). 2012. Fuente: http://asociacionculturalchimaycha-acchi.blogspot.com.es/2012/05/asociacion-cultural-chimaycha-acchi.html
14. Cantantes y músicos durante el concurso de carnavales Chimaycha. 2012. Fuente: http://asociacionculturalchimaycha-acchi.blogspot.com.es/2012/05/asociacion-cultural-chimaycha-acchi.html
15. Yunzas del concurso de carnavales Chimaycha. 2012. Fuente: http://asociacionculturalchimaycha-acchi.blogspot.com.es/2012/05/asociacion-cultural-chimaycha-acchi.html
16. Tarjeta de actividad pro-fondos: truchada. Asociación San José de Amaycca (Ayacucho). 2011. Fuente: http://chimaycha-chacralla.blogspot.com.es/2011/11/gran-truchada-bailable-pro-navidad-de.html
Por Sirley Ríos Acuña
El tema de las asociaciones y/o clubes de migrantes resulta interesante e importante de investigar. Se llaman también instituciones de provincianos. Ha sido tomado en cuenta por los investigadores desde fines de la década del cincuenta hasta la actualidad en que la situación es más variada y compleja no sólo porque se han suscitado una serie de cambios sociales, económicos, políticos y culturales sino porque los migrantes de ayer no son los de ahora.
Si bien es cierto que varios autores (Manguin, 1959; Doughty, 1969 y 1991; Jongkind, 1971 y 1986; Altamirano, 1977 y 1894; Golte/Adams, 1987; Mossbrucker, 1991; Matos, 1991) han tratado el fenómeno de las asociaciones provincianas, creemos que aún falta por estudiar, sobre todo, durante la década del 80 y después de ella. ¿Qué pasó con las asociaciones y/o clubes en los años ochenta, de violencia terrorista-militar, por tanto, de crisis socio-política, económica y hasta cultural?, ¿qué funciones desempeñaron en esa etapa de la historia? o ¿qué papel jugaron en los pueblos de origen en esos momentos? Además, ¿qué papel jugaron en los años 90?, ¿cuál es la diferencia hoy? o ¿qué diferencia hay entre las asociaciones de los 80 respecto de los 90? y ¿cuáles son los elementos diferenciadores?
Para poder resolver todas estas interrogantes preguntas necesitamos realizar un trabajo de campo y hacer un análisis más profundo del asunto. Por ello sólo nos limitaremos en esta ocasión a brindar un panorama general acerca de la funcionalidad de las asociaciones.
Lo poco que podríamos decir con respecto a algunas de las inquietudes primeras es a raíz de lo que Carlos Iván Degregori manifiesta acerca de la experiencia migratoria en los 80. “La migración cambia significativamente en los ochenta con la guerra. Por la violencia, los que salen, sobre todo de las zonas quechuas-aymaras, ya no son migrantes sino desplazados de guerra. Ya es otra la situación, porque el migrante de alguna manera planificaba, imaginaba, se ilusionaba y decidía.” (1994: 28). Entonces, ya no viene esa gente con el mismo espíritu que los anteriores migrantes y se encuentra con un contexto de crisis, que determinan un cambio importante (Idem). Este grupo de gente que vino expulsada y con nuevo espíritu forma parte de esas asociaciones lo cual puede definir las funciones que estas instituciones desempeñen, entre otros aspectos. Además, el contexto es diferente a décadas pasadas. Lo mismo se puede decir de los 90 en el que se dan las llamadas “caravanas de retorno” de los desplazados de guerra, con intervención del Estado. Es el regreso a las comunidades de origen por parte de aquellos miembros, o no, de las instituciones y creados en Lima.
La migración del campo a la ciudad ha determinado que se creen una serie de mecanismos solidarios o de defensa por parte de los migrantes. Esto quiere decir, una serie de organizaciones sociales colectivas para afrontar los diferentes problemas en un nuevo contexto, el urbano. Así, los migrantes constituyen las “barriadas”, “pueblos jóvenes”, “zonas urbano marginales” y hoy denominado “asentamientos humanos”. Estos sectores populares o grupos humanos, migrantes de diferentes orígenes geográficos en su afán de obtener un terreno para sus viviendas se organizan y lo obtienen luchando. Al respecto Matos Mar explica que “El primer impacto importante de la migración campesina fue así sobre el régimen de propiedad, la piedra angular del viejo orden. Los migrantes ocuparon los espacios “vacíos”, dentro y fuera de la periferia de las ciudades, sin esperar para ello que se cumplieran los requerimientos establecidos por la legalidad del sistema.”(1991: 14).
Estos migrantes que participan de una tradición andina común pero con peculiaridades regionales refuerzan sus valores comunitarios adaptándolos a un medio a veces hostil para conformar sus asociaciones y/o clubes. Por eso Mossbrucker manifiesta que sus valores culturales, sociales y económicos se mantienen en la ciudad pero cambian (1991:168). Esta transformación no se da completamente sino en algunos aspectos. Así, la presencia masiva de migrantes ha cambiado y sigue cambiando la estructura de Lima (Idem). No sólo de Lima sino de todo el Perú (Matos, 1991: 30). O como diría Degrogori “...las migraciones han transformado el rostro del Perú y que hoy tenemos un nuevo rostro del Perú.”(1994:20).
Ahora bien, a pesar de que desde las últimas décadas del S. XX se está produciendo acentuadamente en la sociedad un proceso de individualización, los migrantes no dejan de lado sus lazos colectivos o comunitarios. Por el contrario, los reinterpretan y reutilizan, viviendo entre ambos extremos que se expresan en su cultura y en sus formas de organización (Degregori, 1994: 23). Se da una mezcla “...de tradición y modernidad, de colectivismo e individualismo.” (Idem). Esto se va a reflejar en las asociaciones. Además, el migrante “...tiende a hacerse socio de instituciones sociales y políticos, tales como las asociaciones de migrantes, los clubes deportivos y de apoyo mutuo de varias clases de asentamientos y vecinales.”(Doughty, 1991: 56).
De ahí que se definan a las asociaciones como formas de organización social que se generan en las ciudades por parte de un grupo de migrantes de la misma procedencia geográfica, reunidos para realizar una serie de actividades en beneficio de la institución, de los miembros y del lugar de origen. Para Altamirano son una forma peculiar creados por los migrantes y para ellos basándose también en relaciones de parentesco, que resultan de la vinculación entre ciudad-campo y viceversa, a través de la migración (1984: 77, 107, 108). En tanto que para Matos Mar éstas resultaban de la combinación de formas gremiales con sistemas andinos de reciprocidad y agrupación (1991: 25). Esta inclusión de formas de organización gremial nos hace pensar en que estas agrupaciones son un tipo de corporatismo no tradicional, en el que se articulan las solidaridades colectivas para lograr los intereses del grupo, miembros, o no, y para el pueblo de origen. Para Golte/Adams son la reunión “formal” de los migrantes (1987: 66).
Se debe resaltar que este fenómeno de las asociaciones de migrantes no es sólo del Perú sino que presentan en otros países (Mossbrucker, 1991: 197). Claro está que en cada país estas instituciones tienen su peculiaridad.
Las asociaciones se forman porque hay una necesidad de respuesta frente a un nuevo medio como el urbano limeño; así como la necesidad de fortalecer al grupo de un origen geográfico común, que va mantener las relaciones sociales con sus paisanos, o no, y va representar al lugar de procedencia, promoviendo su “progreso”. De ahí que se considere como un agente necesario para la formación de estas instituciones a la migración rural-urbana (Altamirano, 1984: 19). De este modo diversos autores proporcionan otras razones del porqué se forman, las cuales se relacionan con las funciones.
Estas asociaciones surgen después de un tiempo de haber migrado en el que ya se dan una serie de condiciones previas. Golte/Adams afirman que los migrantes si se reunían varios años y mantenían relaciones con su pueblo pero no estaban constituidos aún en una “asociación formal” (1987: 66, 69).
Los migrantes más antiguos ya tenían a fines del S. XIX sus organizaciones (Doughty, 1991: 64), que al parecer tendrían sus antecedentes en ese siglo con el surgimiento de los clubes atléticos (de tenis y fútbol) en principio para la élite y luego popularizado por otros sectores como una forma de organización. De ahí que actualmente muchas de estas asociaciones y/o clubes de migrantes inicien su denominación como “Club Atlético....”, sobre todo, los que se orientan a lo deportivo.
Los primeros migrantes a Lima fueron los de la élite regional o burguesía provinciana que con el deseo de mantener sus costumbres y que además se identificaban con intereses económicos y sociales comunes, forman sus clubes (Altamirano, 1977: 100-101). Por lo tanto estas instituciones hasta el dia de hoy no incluyen a sectores medios ni, sobre todo, a campesinos y hasta muestran un carácter “cerrado”. Estos son generalmente clubes departamentales y algunas provinciales.
Ingresando ya al análisis de la problemática se pueden diferenciar tipos de asociaciones de acuerdo a la división política (departamentales, provinciales, distritales, anexales y demás subdivisiones), y por los fines específicos que enfatizan (sociales, culturales, económicos, políticos, deportivos o religiosos), las cuales muchas veces se combinan, complementándose, o pueden modificar sus fines iniciales. Esto último se relaciona más con las funciones. Pero debemos anotar que para el caso primero las funciones también variarán o en algunos casos serán similares. Asimismo hay pocas asociaciones que podrían decirse que tienen una actividad pasiva con respecto a las otras.
Las asociaciones tienen un gran número de funciones que son reconocibles fácil o difícilmente (Jongkind, 1971: 3). Además, por lo dicho antes, sobre los clubes atléticos, parecería que inicialmente las asociaciones tuvieron funciones deportivas y que con el tiempo y mayor concientización de los migrantes aumentan las funciones, son más variadas y complejas cada vez, de acuerdo a las circunstancias que viva el país. Aún hoy hay más asociaciones con fines deportivos.
Muchas de las funciones, sobre todo las específicas, se determinan desde el mismo momento de su formación. Son adscritas formalmente en los estatutos y normas. En cambio hay otras funciones “informales” que a veces son más importantes que las anteriores. Estas también se pueden deducir por la forma cómo actúan las asociaciones entre sus miembros o no y en el pueblo de origen.
Una de las funciones, sobre todo las específicas, se determinan desde el mismo momento de su formación. Son adscritas formalmente en los estatutos y normas. En cambio hay otras funciones “informales” que a veces son más importantes que las anteriores. Estas también se pueden deducir por la forma cómo actúan las asociaciones entre sus miembros o no y en el pueblo de origen.
Una de las primeras funciones establecidas formalmente es la de apoyar al pueblo mediante dinero, bienes materiales y gestiones burocráticas en Lima para proyectos de construcción y reparación. Esto lo hacen pensando en el anhelado “progreso” de sus pueblos. Los fondos en dinero, forma de ayuda directa, lo recaudan realizando una serie de actividades como fiestas, bailes sociales y familiares, kermeses, parrilladas, anticuchadas, polladas, campeonatos de fútbol, de vóley o “tiro al sapo”, venta de viandas típicas, rifas, entre otros. Este dinero puede ser entregado en efectivo a las autoridades del pueblo o de lo contrario en bienes materiales (ayuda directa) como calaminas, materiales de construcción (cemento, fierros, etc.), material didáctico y deportivo, instrumentos musicales para la escuela, etc. La entrega de estos bienes lo efectúa una comisión elegida por los miembros de la asociación.
La ayuda indirecta sería en gestiones burocráticas en instituciones estatales y a veces privadas (ONGs), para solucionar problemas del pueblo. También en ocasiones la asociación propone “proyectos de desarrollo”, para lo cual se conforman comisiones pro-carretera, pro-sistema eléctrico, pro-construcción de escuelas, pro-biblioteca, pro-posta médica, pro-pavimentación, pro-restauración de la iglesia, pro-mejoramiento de obras públicas, etc. Esto nos demuestra que existe una gran ayuda por parte de las asociaciones ya que como dice Doughty “La gente que ha migrado a Lima con frecuencia mantiene un sentido fuerte del deber y obligación hacia su pueblo.” (1991: 68) Sin embargo, Jongkind no parece creerlo así, pues alude que esa ayuda es mínima y más bien lo que se puede extraer de su estudio es que la mayoría de asociaciones de tipo anexal y diríamos también distrital se esfuerzan por ayudar a sus pueblos, a pesar de que a veces aún no tienen un local propio o está en proceso de construcción. Las otras asociaciones contribuyen pero no con el ahínco de los anexales y distritales.
Otra función es la de organizar actividades diversas. Como ya dijimos antes, éstas se relacionan muchas veces con la recaudación de fondos a favor del pueblo o de la institución. Una de las actividades principales son las fiestas tradicionales, especialmente las patronales, en donde se estrechan los lazos sociales y de parentesco. No sólo participan los miembros, sino personas de otras asociaciones y paisanos de pueblos aledaños o lejanos e incluso aquellos que no integran ninguna asociación. En las fiestas patronales se observa todo un sistema tradicional de cargos como en el pueblo, aunque puede variar porque se encuentran en otro contexto. El tener un cargo da prestigio social, de ahí que se trata de realizar lo mejor posible que el anterior “carguyoq”. Además, se organizan otras fiestas inspiradas en el ciclo festivo del pueblo.
Los eventos deportivos también son importantes porque organizan campeonatos o torneos inter-institucionales de fútbol y, hoy muy seguidamente, de vóley. Para lo cual cada institución debe contar con un equipo de jugadores jóvenes, mayores y niños. En los equipos muchas veces incorporan a personas de otra región que tienen habilidad deportiva. Se realizan generalmente los domingos en algunos casos los feriados.
Otras actividades son las celebraciones por el aniversario de la institución, por el día de la madre o del padre, fiestas patrias, bailes sociales y familiares, otros eventos económicos (parrilladas, polladas, cuyadas, kermeses, festival de platos típicos, etc.); presentaciones de danzas y grupos de músicos, entre otros.
Todos estos eventos cuentan con una participación numerosa de asistentes en tanto que hay una disminución en las asambleas y reuniones. Estos momentos de recreación sirven para intercambiar información sobre trabajo, vivienda o relacionarse con un futuro conyugue (Golte/Adams, 1987: 69). Asimismo, algunas realizan eventos educativos como conferencias, exposiciones de diversa índole y concursos de comida, danzas y música tradicional.
En ocasiones las asociaciones cuentan con un local propio para realizar sus actividades. Otras se alquilan, prestan o están en proceso de adquisición del terreno o en construcción. En un inicio las reuniones se realizaban en la casa del presidente de la junta directiva.
Las asociaciones brindan ayuda a sus miembros y a otros residentes que no lo son, a través de préstamos de dinero de poca cantidad para pagarlos con bajos intereses (Golte/Adams, 1987: 154). Estos pueden hacerse debido a enfermedades y muerte de algún familiar e incluso otorgárselo como donación de acuerdo a las necesidades (Mossbrucker, 1991: 187-188). Otra ayuda es el de realizar gestiones burocráticas ante las autoridades para que se den títulos de terrenos invadidos o defender derechos como vendedores ambulantes (Golte/Adams, 1987:67).
Se promueven las relaciones inter-institucionales con otras asociaciones de Lima y con las existentes en el mismo lugar de origen. Así, Mossbrucker afirma que “....residentes de una microregión (...) Van a la fiesta de otros pueblos o también las asociaciones se visitan en forma “oficial” con una delegación vestida en “traje típico” de su pueblo.” (1991: 189). Esto demuestra lo que antes se dijo de las fiestas y de los eventos deportivos. Además, las instituciones de los pueblos de origen, llamados por T. Altamirano como asociaciones “filiales” o “satélites”, se encargan, muchas veces, de recibir, en vez de las autoridades, las ayudas de las asociaciones de Lima para el pueblo.
Vinculada a la anterior función se tiene, para algunas asociaciones, otra función que es la de promover la participación política entre los miembros, o no, urbanos y entre los del pueblo a través de los “satélites” (Altamirano, 1984). Esto se da sobre todo como un mecanismo de defensa para enfrentarse a las autoridades centrales y provocar un cierto mejoramiento de los grupos campesinos.
Otra función que no se da en todos, debido a la capacidad económica y falta de iniciativa, es la de la comunicación social a través de publicaciones de boletines informativos, folletos, revistas y emisiones de programas radiales.
Las publicaciones regionalistas de fines de los años 20 “...se dirigían a proteger la dignidad y los derechos de los serranos, además de la exaltación de la belleza de la tierra, la necesidad del progreso y el papel de liderazgo que debía asignarse a los indígenas.” (Doughty, 1991: 68). Las orientaciones varían según la época en que se producen aunque muchos de los contenidos aún se mantienen como: etnografía, actividad del migrante, historia regional, opinión y editorial, folklore y narraciones, poesía, acontecimientos del pueblo de origen , arte regional y fotografía, personalidades regionales, problemas del pueblo de origen, lenguas andinas , avisos regionales, música regional, cuentos cortos de autores locales y asuntos femeninos (Idem: 69). Estos temas aquí están colocados correlativamente según el orden de importancia. Las asociaciones de tipo distrital son los que más folletos han publicado (Idem).
En cuanto a los programas radiales estos se difunden unas horas y hay radios que se dedican exclusivamente a la difusión de música, noticias de los pueblos, de cumpleaños y defunciones, de actividades que las instituciones van a realizar o están realizando, cuestionamiento a las autoridades centrales y locales, entre otros. Cada asociación alquila un cierto tiempo de espacio radial al igual que las iglesias evangelistas-pentecostales que llegan a ser su competencia más cercana. Ahora las radios se ubican en las mismas zonas donde habitan los migrantes y por ende donde existen asociaciones. Tenemos el caso palpable de Radio Imperial en Villa El Salvador y Radio Independencia en el distrito de dicho nombre. Ciertos periódicos capitalinos tienen una sección dedicada a avisos breves de las actividades de las instituciones provincianas.
Hay funciones de otro carácter, “no establecidas formalmente”. Estas son:
Ser un cohesionador social, es decir, integra a un grupo de migrantes que tienen un origen geográfico común y que por tanto mantienen relaciones de parentesco. Agrupa a los migrantes dispersos en toda la ciudad (Golte/Adams, 1987: 69).
Ayudar al migrante a su integración al nuevo contexto a través de parientes y paisanos miembros. Lo cual no quiere decir según Doughty que se dé una plena asimilación a la vida y cultura urbana. Si no que desarrolla mecanismos de “sobrevivencia urbana”.
Promover la migración campo-ciudad y viceversa. En lo primero la asociación actuaba como un seguro social familiar para el migrante (Altamirano, 1984: 180). Lo segundo es la migración de retorno debido a varias razones, una de ellas es la presencia de “asociaciones satélites” en los pueblos.
Actúan como agentes de cambio de la sociedad limeña y de los pueblos d de origen aportando nuevas pautas de vida (Mossbrucker, 1991:191). También Altamirano lo dice “Las asociaciones regionales actúan frecuentemente como agentes de transformación y como tal pueden afectar significativamente la direccionalidad, la tendencia e intensidad del cambio social ya sea en el contexto urbano como en el rural.” (1984: 23). En este cambio también tienen participación las “asociaciones satélites”, que emulan a las limeñas en su estructura y funcionamiento.
Las funciones que acabamos de presentar son sólo aproximaciones a un fenómeno social complejo. De algún modo se ha tratado de dar una idea general acerca de la funcionalidad que estas asociaciones de migrantes desarrollan, teniendo en cuenta que en la actualidad se han incrementado, a tal punto que se hace imposible contabilizarlos ya sea porque no están registrados legalmente o perviven de manera “informal” por diversas causas. Esta diversidad y cantidad de instituciones determinan también una variedad de funciones que puedan cumplir pero que como dijimos al iniciar este trabajo se necesita hacer una investigación de campo ya que los datos que se han utilizado requieren una actualización. Sólo se ha presentado una aproximación.
Conclusiones
Las asociaciones o instituciones de migrantes, como una forma de organización social desarrollada en la ciudad basándose en sistemas tradicionales andinos adecuados al nuevo medio, presentan una estructura y una serie de funciones que permiten la defensa de sus miembros, o no, y del pueblo de origen.
Al parecer las primeras asociaciones o al inicio, tuvieron funciones predominantemente deportivas integradas con otras. Lo cual puede demostrarnos que efectivamente sus antecedentes urbanos serían los Clubes Atléticos del siglo pasado (S. XIX), que en principio eran para la élite y luego fue apropiado por los sectores populares. Así, los migrantes le añaden lo suyo. También nos hace pensar que los primeros migrantes a Lima pertenecientes a las élites regionales asumieron esa forma de organización (Club) como una manera de demostrar prestigio o status social. Estos grupos de la burguesía provinciana conforman hoy los clubes departamentales y algunas asociaciones provinciales. En cambio los migrantes campesinos desarrollaron más esas asociaciones matrices y continuaron su función deportiva futbolística dejando de lado el tenis. De ahí que entre ellos exista más asociaciones con carácter deportivo y con denominaciones que comienzan con “Club Atlético....”, aunque no necesariamente tengan fines deportivos.
Las funciones de las asociaciones se presentan de dos formas: las establecidas y no establecidas.
Cada función no se da individualmente sino que se interrelaciona con otras o de entre ellas predomina una o dos. De ahí que existen tipos de asociaciones según su función inicial como por ejemplo un Club Deportivo tal que se dedica aparentemente sólo a organizar campeonatos futbolísticos. Lo que en realidad ocurre es que va integrar o cohesionar a un grupo de gente que va mantener vínculos parentesco y se va interrelacionar con otras asociaciones aledañas o no. Así, las otras funciones mencionadas antes se van a interrelacionar.
Generalmente las asociaciones de tipo anexal y distrital, a veces provinciales, van a apoyar constantemente a sus pueblos de origen. En tanto que las departamentales y provinciales de manera esporádica.
Finalmente, debemos decir que las asociaciones están inmersas en un ciclo de vida en el que pueden surgir y por diversas causas desaparecer o por el contrario continuar existiendo o cambiar de denominación. Sin embargo, seguirán teniendo presencia mientras exista la migración campo-ciudad y viceversa.
Bibliohemerografía
Altamirano, Teófilo. Estructuras regionales, migración y asociaciones regionales en Lima. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1977.
Altamirano, Teófilo. Presencia andina en Lima metropolitana. Estudio sobre migrantes y clubes de provincianos. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1984.
Degregori, Carlos Iván. “Dimensión cultural de la experiencia migratoria”. Páginas, Centro de Estudios y Publicaciones (CEP), Lima, XIX, 130 (diciembre 1994), p. 18-29.
Doughty, Paul. “Perú...y la vida continúa”. América Indígena, Instituto Indigenista Interamericano, México, LI, 4 (octubre-diciembre 1991), p. 49-79.
Golte, Jürgen y Adams, Norma. Los caballos de Troya de los invasores. Estrategias Campesinas en la conquista de la gran Lima. Lima: IEP Ediciones, 1987.
Jongkind, C.F. “La supuesta funcionalidad de los clubes regionales en Lima, Perú”. Boletín de Estudios Latinoamericanos, Centro de Estudios y documentación (CEDLA), Holanda, 11 (enero 1971), p. 1-12.
Matos Mar, José. “El rostro de la cultura urbana del Perú”. América Indígena, Instituto Indigenista Interamericano, México, LI, 2-3 (abril-setiembre 1991), p. 11-34.
Mossbrucker, Haral. “El proceso de migración en el Perú: la revolución clandestina”. América Indígena, Instituto Indigenista Interamericano, México, LI, 2-3 (abril-setiembre 1991), p. 167-201.
(*) Publicado originalmente en Ñawinpukio, revista cultural, Lima, 4 (febrero 2003), pp. 21-28.
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